¿Hola, hola? ¿Está grabando? Bien: tres, dos, uno y...
¡Hola! Mi nombre es (T/N), y les hablo desde el bosque de mi ciudad; es medianoche, y creo que algo extraño está sucediendo aquí.
· · · ·
(T/N), una exploradora urbana, decide graba...
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(T/N) sentía sus piernas pesadas y tenía la vista algo borrosa.
La imagen de Smoker, quien le daba la espalda, apareció delante de ella.
—¡Smoker! —llamó, pero no se giró.
Intentó correr hacia él, pero no se movió del sitio. Por mucho que lo intentara, era como si hubiera una pared delante de ella, y el esfuerzo en vano comenzó a arderle en las mejillas.
—¡Smoker! —probó a llamar de nuevo.
De repente, movió un poco el hombro. ¿O se lo había imaginado? No... Sí, se había movido. Estaba girándose. Ya casi podía ver su rostro, solo un poco más y ya la vería...
Una descarga punzante le recorrió las venas hasta llegar a su corazón cuando Smoker no tenía cara: en donde debían estar sus ojos, nariz y boca, solo había piel. Una piel lívida y pútrida, con pequeñas perlas de sudor, o quizá lágrimas, resbalando por donde debería haber estado su boca.
—¿Smoker? —(T/N) susurró asustada, pero la imagen desapareció tan pronto como vino.
Ahora solo había un vacío oscuro de nuevo.
—¿Hola? ¿Hay alguien? —llamó, girándose en todas las direcciones, pese a que no sabía qué era la izquierda o la derecha, ni dónde era arriba o abajo.
Una melodía lenta y tranquila, como de una caja de música, se hizo sonar. Y en medio de su campo de visión, entre la oscuridad, una espiral blanca comenzó a hacerse más grande, girando y girando en frente de ella como una ilusión óptica.
—(T/N). —Oyó una voz que la llamaba. No estaba segura, no podía confirmarlo, pero le pareció que era Law. Volvió a llamar—. (T/N).
Provenía de la espiral.
—¿Law?
(T/N) se acercó. Vio cómo el brazo de Law sobresalía desde el centro de la espiral, como si pidiera ayuda, buscando algo de donde agarrarse, como si se ahogara. Vio que estaba herido: algunas piezas robóticas brillaban entre los parches de piel humana, pero, curiosamente, sangraba. Sangre roja. Como ella.
De un momento a otro, el brazo la cogió por la muñeca, dio un tirón y la atrajo violentamente hacia la espiral.
—¡Ah! —(T/N) lanzó un grito y un jadeo por la sorpresa cuando se despertó. Kid estaba sujetándola del brazo con una expresión preocupada.
—¿Estás bien? Parecía que tenías una pesadilla. —Le acarició la mejilla. Ella tragó saliva y tomó aire al erguirse.
