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22 de junio, 1940

     El verano había llegado de lleno a Busan, sin dudas el calor de la primavera pasada no se comparaba con el potente calor del verano, los rayos del sol cayendo con odio sobre la ciudad. Jungkook trató de darse un poco de aire con la mano totalmente cansado de esperar, dando un trago más a su whisky con hielo tratando de apaciguar su cuerpo derritiéndose.

     —¿Jungkook? Lo siento ¿Te hice esperar demasiado?

     El chico alzó la mirada hacia Jiwoon quien como siempre llegaba tarde, quiso soltar un bufido y decirle mil cosas pero luego su madre lo encerraría en casa y le reprocharía su actitud hasta el día de su muerte.

     —Claro que no Jiwoon, siéntate por favor. Me he adelantado pidiendo un whisky, espero no te moleste —fingió una sonrisa y la muchacha se sentó frente a él, asintiendo con gusto y levantando su mano para llamar a un asistente del lugar—. Entonces ¿Cómo estás? —sí, tal vez Jungkook no era muy bueno sacando platica.

     —Perfectamente, un poco asustada porque mi padre tuvo que atender unos asuntos por la guerra y siendo honesta esas cosas me ponen nerviosa —contestó luego de pedir una limonada al mesero y algo de comer.

     —No te preocupes demasiado Jiwoon, él estará bien, debemos estar agradecidos de vivir en este pueblo al menos, no estamos tan expuestos —le dio un trago a su Whisky porque realmente estaba muy nervioso—. Tu hermano está en la guerra ¿No?

     —Sí, lastimosamente. Tuvo que enlistarse y ahora ni siquiera sabemos de su paradero, dicen que la guerra se pone cada vez peor —Jiwoon vio detenidamente a Jungkook y como este estaba algo aburrido, ella no era muy buena con los hombres pero debía intentar porque Jungkook realmente le gustaba—. A ti no te dejaron enlistarte supongo, eres estudiante.

     —Uh sí, además cuando inició todo esto era un menor de edad, a este tiempo ya sería absurdo enlistarme —sonrió y el pedido de Jiwoon llegó a la mesa, ambos agradecieron al mesero y siguieron su charla—. Dime Jiwoon ¿Tú estudias algo?

La chica no pudo evitar reírse luego de tragar su primer sorbo de limonada, se cubrió la boca con la mano para que Jungkook no la hallara descortés y se limpió con una servilleta todo rastro de líquido que pudiese haber quedado en su boca. Negó con la cabeza porque era absurdo la simple idea de una mujer estudiando.

     —No Jungkook, nunca me lo permitirían. Pero sí estoy aprendiendo a hornear, digo que soy muy buena.

     —Deberías convidarme alguna vez de tus creaciones, dudo que no estén tan sabrosos como presumes.

     Jiwoon sintió sus mejillas calientes ante el halago y agradeció, aceptando darle a Jungkook alguna vez de lo que estaba aprendiendo. Sin embargo el chico no dejaba de pensar que Jiwoon tenía un potencial enorme y que era un desperdicio no estudiar.

     La chica comenzó a comer del pequeño pastelito que había ordenado, se creó un silencio bastante cómodo ambos disfrutando simplemente de la compañía del otro. Eso hasta que los ojos de Jungkook visualizaron a alguien entrando al local, su corazón latía con fuerza extra natural al ver al bonito chico parado de forma tímida casi queriendo ser invisible y entonces, Kim Taehyung volteo a verlo y sonrió dulcemente hacia Jungkook.

     —Jungkookie —se acercó a la mesa y luego vio a la chica sentada ahí, la reconoció de inmediato e hizo una pequeña reverencia como saludo, sin dejar de preguntarse qué hacía ella con Jungkook—. Uh, Jung Jiwoon noona ¿Cómo está?

     —¿Kim Taehyung? ¡Oh dios, estás muy grande y guapo! Hace tanto tiempo que no te veía —Jungkook se confundió al ver que ambos se conocían desde antes—. Espera ¿Ya conoces a Jeon Jungkook? Jungkook ¿Ya conocías a Taehyung?

En esta y mil vidas kth+jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora