En el salón de la clase de geografía habían muchas personas pero Jungkook logró encontrar a Taehyung entre todas ellas, su corazón latiendo a mil cuando éste le devolvió la mirada por unos mínimos segundos.
Y luego logró acercarse a él y cuando se v...
Era la cúspide de la primavera, en 1940, cuando Taehyung estaba a su corta edad de 19 años, es entonces que empieza esta historia. Corta, tristemente, pero una historia al fin y al cabo.
Empieza con Taehyung siendo un inquieto joven amante del arte en cada ángulo. La fotografía aunque tomar una foto costase una vida entera, o la pintura siendo un gran fan de Vincent Van Gogh, y también adoraba la música sin importar el género que fuese. Su corazón era de cristal, frágil y transparente, su cuerpo varonil y fibroso, con un rostro lleno de gracia y atractivo.
Taehyung provenía de una familia de alto prestigio en la burguesía, su padre era un gran hombre de negocios y su madre una empedernida ama de casa que cuidaba de sus dos hijos 24/7, una mujer que con la corta edad de 15 años había sido desposada. Taehyung siempre pensó que eso había de estar mal puesto que su padre era 14 años mayor que su madre, por no decir que era un viejo total y que sencillamente que se casase con una niña de 15 años cuando él ya era un hombre muy mayor de edad con 29 años, solo le parecía algo deplorable.
Su hermana menor, Seojun, estaba en su agraciada edad de los 12 años donde florece la pubertad y la adolescencia hace acto. Apenas sabía de la vida pero ella ya soñaba casarse con un hombre muy macho, que trabajara todo el día mientras ella cuidaba de sus retoños. Y Taehyung, de nuevo, pensó que eso era pura ignorancia.
¿Casarse? Eso era sinónimo de esclavizarse, estar amarrado a alguien por la eternidad (como decía la sagrada escritura que leía el padre en la misa) era algo que a Taehyung no le parecía nada... Tentador. Y sabía que iba a llegar el momento en que fuese obligado a casarse con una decente mujer, pero él enserio no iba a aceptar y peor si era una chiquilla apenas entrada en años.
Pero, he ahí el problema, no quería ni a una chiquilla, ni a una joven y mucho menos a una mujer mayor. Solo era que las mujeres, por más que el tratara, no le parecían llamativas más bien eran algo como lindo, como cuando ves a un perrito y dices "Oh, es un lindo". Las mujeres eran increíbles, sí, eran lindas también, y por supuesto que eran de cerebros muy capaces apesar de estar siendo limitadas por la opresión pero Taehyung hace un tiempo se había dicho así mismo que su cuerpo, mente y alma negaban completamente la presencia de una mujer en su vida amorosa.
Sin embargo, Taehyung es ignorante en todo sentido, de lo que ese pensamiento significaba. Los años 40 no eran un buen momento para que se les enseñara a la sociedad lo que era la homosexualidad.
Aquello a lo que se oponía fervientemente la iglesia, el estado y todo el mundo. Algo tan innovador como las Américas en 1502, y por supuesto, algo que daba mucho miedo. Es que el ser humano es así, temeroso a las nuevas cosas que pueden haber porque en la historia han hecho ver las nuevas cosas, como cosas que son meramente malas.
Es por ellos que el joven, no tenía ni la mínima idea de que quizás existía la posibilidad que no le llamaran la atención las mujeres porque de hecho, le gustaban más los rostros rudos o los cuerpos fuertes, sin pechos voluptuosos ni vestidos impresionantes, más bien solo unos bien ajustados pantalones.
Había pasado casi 10 años de su vida tratando de descubrir porque no le gustaban las chicas hasta que a los 18 se dijo a sí mismo que si no le gustaban, no le gustaba y ya. Así que se concentró en otras cosas como estudiar geografía.
Geografía, amaba la geografía, amaba los mapas y los países, amaba todo lo que tuviese que ver con territorios y paisajes. Pensó talvez en comprar un barco, mientras dibujaba el mapa de Corea en su pergamino, un barco donde poder viajar y vender cosas para ganar su propio dinero, ser libre y hasta feliz en un barco que lo llevara desde la vida más difícil hasta la más fácil.
Eso hasta que se vio interrumpido por un nuevo chico que también iba a ser pupilo del señor Heo (su maestro de esta fabulosa ciencia) quien le pidió un poco de su tinta para escribir.
—Disculpe usted que me atreva a interrumpir su momento de concentración pero he olvidado mi tinta ¿Podría regalarme un poco de la suya? —los ojos oscuros y profundos del chico amable, se lo tragaron vivo. Una vez los vio, no quiso salir de ahí nunca más—. ¿Lo he molestado?
Aquella pregunta lo sacó de su oscura divagación en los ojos del desconocido que pedía tinta.
—Oh, claro que no, por favor tome —tendió el frasco de tinta negra, sus dedos manchándose un poco en el proceso.
—Es usted muy amable, joven...
—Taehyung, Kim Taehyung —.Se presentó, dentro algo bombeó con potencia en el pecho de Taehyung al ver una serie de dientes despampanantes siendo descubiertos por los rosas labios del chico. La sonrisa más preciosa que él pudo haber visto antes.
—Gracias, Kim Taehyung. Prometo no tomar mucho de esto, solo necesito escribir algunas cosas —.El chico tomó el frasco con una leve reverencia— Yo soy Jeon Jungkook, es un gusto.
Y claro que, algo también bombeó con violencia en el pecho del ahora nombrado Jeon Jungkook, cuando Taehyung mostró una rectangular sonrisa de lo más sincera.
Es entonces, cuando la historia empezó a tomar su curso.
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