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24 de diciembre, 1940
(Nochebuena)

Bajó corriendo por las escaleras cuando escuchó por decimocuarta vez el timbre de la casa, y fue hasta la puerta principal donde la empleada doméstica ya estaba lista para abrir pero Taehyung la detuvo de inmediato.

—¡No! —la mujer se separó en golpe del portillo, totalmente alarmada. —Digo, no se preocupe, deje que yo abra por favor.

—Sí, señor —le hizo una corta reverencia que Taehyung asintió con una sonrisa y la mujer finalmente se retiró, pensando seriamente en si el Joven Kim estaba llevando los buenos pasos de Dios o estaba sucumbiendo a la moda juvenil del alcohol y locura.

Mientras se reproducía Blue Dream Cafe de Lee Nan-Young ambientando el lugar lleno de gente rica hablando mierda de la Nochebuena y la familia con sus padres, y su hermana jugaba al té con las hijas menores de los señores, Taehyung abrió la puerta recibiendo entonces a quienes se habían convertido en sus amigos, bueno, solo a dos de ellos. Yoongi fue el primero en saludarlo y luego Jin que había soltado un grito como saludo y que gracias a que el salón principal estaba muy lejos de la recepción, nadie escuchó.

Los llevó hasta la parte final de la casa porque no quería que su padre o su madre los interrumpiera, los chicos habían tomado su tiempo para ir a verlo y desearle una Feliz Navidad, no quería que lo arruinaran.

—Ah Taehyung, si no fuese porque Jin recordaba un poco el lugar ¡Nos habríamos perdido! Esta zona no es accesible, decir que está lejos del centro es un eufemismo —Yoongi comentó, viendo al menor algo decaído pero al mismo tiempo manteniendo su chispa eufórica. Debía admitirlo, él no era de visitar amigos y mucho menos en Navidad, ya que la fecha solía pasarla con su abuela, pero la mujer insistió en que fuera luego de haber atendido la llamada de un Taehyung nervioso invitándolo a pasar un rato con él en la fiesta que sus padres darían. —Esta reunión se ve bastante... Ostentosa, tus padres parecen ser generosos.

—No son muy modestos, realmente —se rió y luego uno de los meseros contratados, dejó una bandeja llena de aperitivos frente a los cuatro chicos ahí sentados. —Oh, Yeong ¿Puedes traerme el vino tinto que dejé apartado, por favor? Y cuatro copas, te lo agradezco mucho.

El chico asintió de inmediato y se retiró dando una reverencia, los 2 chicos abrieron la boca sorprendidos. Yoongi (aunque no tendía a juzgar muy rápido a las personas) jamás creería que alguien como Taehyung fuese tan cortés, la mayoría de gente rica que había conocido era sumamente déspota y grosera. Jin, por otro lado, nunca pensó que tantos aperitivos fuesen dejados frente a él, eran gloriosos y le fue inevitable no empezar a comerlos aún frente a la mirada incrédula de Yoongi al verlo meterse comida como si no hubiese un mañana, o como si no tuviera un fondo en ese estómago amplio.

—Jungkook... ¿No vendrá?

Ante la pregunta Taehyung detuvo el salmón que iba a su boca, la garganta se le cerró de inmediato por la mención del menor, un nombre que había querido evadir lo más posible en las últimas semanas incluso en las clase final con el Señor Heo donde tuvo que verlo cara a cara. Vio a Yoongi y notó la sinceridad y serenidad en su rostro, sabía que lo había preguntado con la mera intención de saber si ellos estarían bien pero realmente ni Taehyung lo sabía, porque aún no entendía qué había hecho mal ni porqué Jungkook parecía tan molesto con su apego hacia Namjoon, cuando él simplemente lo miraba como un amigo y estaba lejos de verlo con el amor que miraba a Jungkook.

Honestamente eso era lo que más le molestaba, que Jungkook no supiera o dudara de lo mucho que lo amaba ¡Literalmente había depositado su vida a la nada! Solo se dejó envolver por Jungkook y le permitió enamorarlo tan fácil, no podía comprender cómo estaba dudando de ello o pensara que él sería capaz de hacerle algo como... Como engañarlo. Jamás lo haría, sufriría él mismo en el proceso, saberse infiel y mentiroso no era de sus asuntos preferidos.

En esta y mil vidas kth+jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora