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18 de febrero, 1941

El aire se sentía cálido entre esas cuatro paredes, en la paz de una hermosa mañana de febrero, con los pajarillos sonando alrededor sumado al sonido de Vincenzo Bellini de fondo con Bianca e Fernando. Taehyung jadeó con fuerza sintiendo el vapor de la boca de Jungkook sobre la suya, aumentando la calidez alrededor y haciéndole soltarse de inmediato, siendo abrazado y estrujado por los brazos contrarios entre las sábanas revueltas de su cama, porque al parecer su cuarto había sido el destinado a ser el centro de los encuentros.

Se había levantado desde las 7 recibiendo los besos caliente y tersos de Jungkook por todos lados, desde la frente hasta su cuello, pidiéndole que se despertara y aceptara sus besos toda la mañana hasta que no tuvieran de otra más que pararse de la cama. Jungkook sostuvo a Taehyung entre sus manos, aferrándose a su cintura y queriendo fundirse con él en uno solo, demasiado feliz con seguir despertando a su lado sin mayores problemas, solo ellos dos en su mundo antes de que la universidad empezara; llevaba despertándolo así desde la primera mañana, con besos a veces rudos, otros demasiado suaves, y otros perezosos o unos en los que Taehyung tomaba el control y era él quien los daba. No importaba como fuera, Jungkook solo quería sentir la piel de Taehyung sobre la suya, con tanta desesperación que dolía, sentía que cada segundo era demasiado valioso como para desperdiciarlo.

—Jungkook —susurró con suavidad sobre el oído del menor, tomando un puñado de cabellos de la nuca de este, con las mejillas febriles y las piernas temblorosas. —Eres demasiado bonito por la mañana, me siento atacado por tu belleza.

—¿Es así? —sonrió coqueto, haciendo reír a Taehyung mientras asentía. Y es que lo decía en serio, Jungkook era precioso recién levantado y aunque sabía que ya se había aseado (porque se levantaba ridículamente temprano) aún se le miraban las mejillas hinchaditas y los ojos adormecidos.

—Me estás seduciendo desde temprano, con ese rostro tan magnífico. Jungkook, creo que mi corazón va a explotar de amor por ti —las mejillas del menor se pusieron salmón y de inmediato escondió su rostro en el cuello de Taehyung, mientras este le hacía cariños en la cabeza. —Dime que me amas.

—Te amo, mucho, mi amor —respondió, su voz sonando amortiguada porque estaba contra la piel de Taehyung. —Y amo lo mucho que me amas. Jamás había estado tan seguro de mi mismo hasta que te conocí, me haces sentir bonito y apreciado, amado de verdad.

—Mereces eso y más, no pararé de esforzarme en darte solo lo mejor de mí y cuidar lo mejor de ti. Eres lo más precioso de mi mundo, Jungkookie

Luego de decir aquello, se estiró haciendo que Jungkook saliera de su cuello y en cuanto lo hizo, atacó sus labios con dureza, apretando las sábanas a su lado y sintiendo un repentino calor por todo su cuerpo, últimamente pasaba con más frecuencia. Era como una corriente eléctrica que se pasaba por su cuerpo y reposaba en su vientre, o como cosquillas en el ombligo, como si tuviera fuego en las venas que hacía sus vellos erizarse más los jadeos cortos que tendía a soltar por sentir tanto por tan poco. Tan bueno y malo al mismo tiempo, y lo atribuía a el hecho de que deseaba a Jeon Jungkook físicamente, su cuerpo pedía a gritos por el contrario.

Sus besos habían dejado de ser simples roces inocentes a ser un contacto tan profundo que les robaba hasta el último aliento, chocando sus piernas y sintiendo el sudor perlando sus pieles en tanto el tiempo transcurría, o sus manos picando ansiosas por tocar en todos lo rincones posibles. Era nuevo y emocionante, como un descubrimiento que jamás te imaginaste, millones de fuegos artificiales explotando en tu estómago, el raro gusto de las mordidas en los labios hasta dejarlos rojos e hinchados cuales cerezas, los cabellos alborotados imitando a un nido de pájaros de tanto que se lo jalaban y empuñaban.

En esta y mil vidas kth+jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora