1

3K 143 15
                                        

*Narra Hiro Wakatoshi*

Recientemente me había graduado de la academia ninja, así que como genin, ya comenzaba a tener una que otra misión y tareas básicas dentro o fuera de la aldea de la hoja junto a mis compañeros de equipo y sensei.
Mis compañeros - que también son mis mejores amigos - son bastante buenos en cualquier aspecto y nuestro sensei se la pasaba escribiendo cosas que realmente desconocíamos.

Acabábamos de llegar de una misión de dos días, habíamos tenido éxito así que le daríamos el informe a nuestro tercer hokage.
Teníamos que subir las escaleras de la mansión hokage. Luego de eso caminamos hasta llegar a su oficina.
Dimos aviso de nuestra llegada y misión. En ese mismo instante nos dio unas cuantas tareas por hacer dentro de la aldea.

- ¡Ahg, pero qué pereza! - hablé cabizbaja - Quiero descansar.
- No hasta que acaben sus actividades... - el Hokage extendió un papel.
- ¡¿Debo ayudar con el ganado?!
- Así es... Andando, chicos.

Salí junto a mis amigos, Kiyoshi y Haruki. Nuestro sensei se quedó arreglando unos cuantos asuntos con el tercero.

- ¿Tenemos que hacerlas?
- Sí... Pero al diablo, primero iré a casa a dejar mis cosas.

Haruki Shibata, un pelirrojo bastante perezoso, al que le encanta comer y divertirse. Su manera de pelear es extraordinaria, ya que usa más técnicas de taijutsu que ninjutsu, aunque la mayor parte del tiempo las mezcla, por lo que a la hora de estar en combate, es genial.

- Haruki-san... Debemos ir primero a cumplir con nuestras obligaciones como ninjas - contestó Kiyoshi-san un poco cabizbajo.

Kiyoshi Ikeda era todo lo contrario al otro tipo. Un rubio demasiado responsable, respetuoso a más no poder y a la hora de estar en combate también era buenísimo. Sin embargo, era un tanto molesto a la hora de dar órdenes, pues era el líder del equipo y no solo eso... Un aguafiestas.
Su clan había pasado por lo mismo que el mío, así que nos entendíamos perfectamente... Claro, solo era él y su padre - el cual nunca estaba en casa por ser jounin especializado -.

- Perdón, pero pienso igual que Haruki - dije y me crucé de brazos.
- Está bien, pero no perdamos más tiempo - habló Kiyoshi-kun con algo de pereza. - Aquí nos vemos en treinta minutos.

Dijo y cada uno se fue por su rumbo. Corría por los techos de la aldea, no tenía tanto tiempo, quería dejar mis pertenencias y al menos saludar a mi hermano menor.

[Diez minutos después...]

Toqué la puerta varias veces, esperando respuesta alguna, no fue así. Tomé mi mochila, busqué la llave de la puerta principal y la encontré. Abrí y por último entré.
Dejé mis zapatos en la entrada.

- ¡Hiro! - corrió mi hermano a abrazarme - ¡Bienvenida! Te extrañé mucho.
- Yo también, Reiki... - lo cargué y lo llevé a la sala - Pensé que no habría nadie en casa...
- Papá no ha regresado de su misión.
- Hmm, entonces ¿Por qué no abrías?
- Papá ha dicho que no debo abrirles a desconocidos, menos cuando no está el abuelo.
- Bien hecho, tontito... Pero yo no soy una desconocida - lo miré fijamente y sonrió - En fin, solo venía a dejar mis cosas, debo regresar a hacer mis tareas en la aldea.

Le enseñé mi banda y me abrazó.

- Te esperaré, quiero que me entrenes.
- Está bien, nos vemos más tarde.

Corrí a mi habitación, tomé una pequeña toalla y fui hacia el lavadero, mojé la toalla y la pasé por mi rostro, lo limpié muy bien, fui al espejo del baño y me peiné. Después me despedí de Reiki y salí corriendo hacia las afueras de la oficina del Hokage.

𝑳𝒂 𝑽𝒊𝒅𝒂 𝑬𝒔 𝑴𝒂𝒓𝒂𝒗𝒊𝒍𝒍𝒐𝒔𝒂... [Shino Aburame x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora