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*N. Autora*

Hiro Wakatoshi había mejorado gradualmente aquella herida en su brazo, por lo que las ganas y ansias de asistir a misiones abundaban en ella. Lamentablemente Lady Tsunade no tenía ninguna misión a la que Hiro pudiese asistir y dar sus servicios como ninja de la aldea de la hoja.

Había llegado la hora de ir por aquella niña a la academia ninja y Hiro se encargaría de eso como la mayoría de los días en la semana.
Salió de la residencia con mucha serenidad, sus pasos eran cautelosos y lentos, la chica percibía en su ser un poco de pereza, pues llevaba tiempo sin dedicar su tiempo a entrenar como antes. Había días en los que se dedicaba a ver entrenar a Neji Hyuga y Rock Lee, otros días sólo salía con Neji a comer y claramente era a escondidas de cualquier otra persona que los conociera.

Después de unos cuantos minutos caminando entre el calor y la multitud de gente, la Wakatoshi estaba por llegar a su destino. A lo lejos miraba cómo salían de éste, unos eran acompañados por familiares o amigos y otros simplemente se iban solos, le causó nostalgia recordar aquellos tiempos de "antaño" juntos a sus amigos Kiyoshi y Haruki.

—¡Hiro! ¡Estás aquí! —gritó la pequeña al ver de lejos a su amiga y ahora "hermana mayor".
—Yune... —mencionó al ser abrazada por esos dos brazos pequeños y delicados—. Es hora de ir a casa a comer un poco.
—¿Hoy entrenaremos juntos? —preguntó la pelinegra con mucha curiosidad.

A lo que negó rotundamente la ojiazul, no tenía ánimos, mucho menos fuerza para hacerlo. La niña entendió a la mayor, pues sabía que Hiro llevaba días ayudándole al viejo Ikki con la plantación de esa mata que usan en el té Wakatoshi, pero es que realmente Hiro no tenía ganas de hacer nada por muchas cosas.

—Me gustaría ayudarte con la comida de hoy... ¿Puedo?
—Claro que puedes, Yune... Claro que puedes —mencionó en un suspiro.

Esa pelinegra estaba desconcertada al ver que Hiro se estaba comportando extraño, ella nunca era así a pesar de tener días malos o cansados.

Cuando llegaron a casa, lo primero que hicieron fue quitarse las sandalias en la entrada y adentrarse hasta la cocina. Era momento de comenzar a hacer la comida para cuando llegara Reiki.

—Podríamos preparar suficiente para Atsushi-san —soltó al aire recordando al padre de Hiro.
—No sabemos cuándo volverá y no creo que sea el día de hoy... Así que no, prepararemos lo suficiente para nosotros cuatro.

Pobre Yune, no sabía de qué otra manera animar a su gran amiga y comenzaba a sentirse culpable, pero ella no tenía la culpa de que Hiro se sintiera así.

En medio de la elaboración de la comida, alguien llamó a la puerta. Tocaba fuerte y constantemente, lo cual las hartó de inmediato. Abrieron ésta y se dieron cuenta de que algo estaba sucediendo y al parecer no era nada bueno, puesto que Kiyoshi Ikeda nunca llegaba sin antes avisar, mucho menos de esa manera tan sorprendente.

—¡¿Qué pasó?! —gritaron al mismo tiempo aquellas jóvenes.
—¡¡Hiro!! ¡Te busca Tsunade-sama!

Esto último hizo que aquel ánimo que se encontraba por el suelo se levantara hasta el cielo, Wakatoshi estaba completamente feliz, emocionada por pensar que la quinta hokage al fin le tenía una misión.
Y sí, estaba en lo cierto, tenía una misión para ella, pero no era una cualquiera...

—Vengo en un momento... —corrió a su habitación por sus pertenencias por si se requería a salir de la aldea—. ¡Yune! Avísale a Ikki sobre mi partida y dile que te ayude a terminar la comida... Tengo que irme.

Cerró la puerta dejando detrás a la niña, triste y desconcertada, aunque en cierta parte también se sentía bien por ella, pues su ánimo había incrementado después de escuchar que la hokage la buscaba luego de tanto tiempo sin servir como ninja.

𝑳𝒂 𝑽𝒊𝒅𝒂 𝑬𝒔 𝑴𝒂𝒓𝒂𝒗𝒊𝒍𝒍𝒐𝒔𝒂... [Shino Aburame x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora