𝑳𝒂 𝑽𝒊𝒅𝒂 𝑬𝒔 𝑴𝒂𝒓𝒂𝒗𝒊𝒍𝒍𝒐𝒔𝒂... [Shino Aburame x Oc]

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Nota... No es necesario escucharla, solo quiero mostrarles un pedacito de mí (aunque probablemente no les importe), me gusta mucho esta página y escucho esto del diario JAJSJA :'c

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*N. Hiro Wakatoshi*

Si pudiera describir lo que siento en esos momentos en una sola palabra, sería cansancio. Harta de pelear, de que no hubiese paz, pero claro que no la habría, al final de cuentas, somos ninjas...

Kiyoshi logró cerrar la herida externa de mi brazo, pero le costó mucho cerrarla por dentro. Era la razón por la cual me sentía débil en ese momento. Sí, el dolor era increíble esa molestia, ¿Qué rayos estaba pensando al querer detener a Sora? ¿Es que acaso no soy lo suficientemente fuerte como para hacerlo?

Kiyoshi e Ino seguían viendo lo posible por detener el sangrado interno de mi extremidad, claro que el cambio no era en su totalidad bueno y yo no sentía que me doliera menos, ¿Debería doler menos? No lo sabía.

Mi mente comenzaba a divagar, hablaba conmigo misma mientras veía cómo Naruto Uzumaki peleaba y trataba de detener a Sora.
Esa horrible aura que emanaba el tipo que veía del templo del fuego era la de el zorro demonio de las nueve colas. No entendía el por qué me parecía tan sorprendente verlo convertirse en uno poco a poco.

—Hiro —me habló Kiyoshi—. ¿Estás poniendo atención a lo que te digo?
—Oye, levanta el brazo —Ino se veía bastante preocupada—. Te pondremos un vendaje frío para parar un poco la hemorragia interna.

Probablemente debía preocuparme por mí en estos momentos, pues Ikeda mencionó: "No quiero asustarte, pero probablemente puedes perder el brazo si no paramos enseguida el sangrado". Sí, debía preocuparme, pero podría vivir sin uno. No me importaba nada de eso, solo quería que esa pelea se acabara.

En ese preciso momento, Sora —quien se había convertido en un zorro de cuatro colas— lanzó una gran bola brillante, combinada con chakra y destrucción, venía en nuestra dirección, claramente debíamos correr y escapar antes de ser incinerados por ese increíble, y aterrador poder.

—Ven acá —mencionó Kiyoshi mientras me sostenía en sus brazos.

Con dificultad lo sostenía para no caer. Todos corríamos —a excepción de mí— hacia un lugar lejano. Ese poder venía en nuestra dirección.
Los árboles se hacían añicos a nuestros costados, el capitán Yamato nos salvó cubriéndonos a todos con un jutsu de su especialidad, madera.

Quien me sostenía, lo hacía demasiado fuerte, tanto que empecé a sentirme aún más débil.

—¡Kiyoshi-kun! Mi brazo... —sostuve éste mientras brotes de sangre salían por doquier—. D-duele...

Me tomó en sus brazos y me llevó a un lugar un poco lejano a aquel lugar, los demás nos acompañaban. Mientras Sakura curaba con mayor fuerza las manos de Chouji, Kiyoshi e Ino se encargaban de mí.

—¿Qué es lo que pasa? —le pregunté a la pelirosa.
—No logro curarlo con mi ninjutsu médico.

Si era cierto lo que Sakura decía, tal vez mi brazo tardaría en curarse por completo en un largo tiempo, pues dijo que las heridas causadas por el chakra del zorro tardan más en curar.

No podía soportar más tiempo con esto, aunque mi umbral del dolor fuese un poco bajo y gracias a eso no sentía mucha de las heridas que me hacía, no dejaba de dolerme esto, pues ya sobrepasaba los limites de mi umbral.
En cada momento que tenía, les agradecía a los chicos por preocuparse por mí, hacían lo posible por parar el sangrado.