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*Narra Hiro Wakatoshi*

Ansiosa por toda esta misión, claro ¿Cómo no estarlo? Pues habría una gran posibilidad de que me reencontrara con un gran amigo, Naruto Uzumaki.

Seguíamos corriendo por el bosque, debíamos acercarnos lo más rápido al desierto y aún seguir con nuestro camino para llegar a la aldea de la arena, el Kazekage se encontraba en peligro.

– ¡Tenten! – mencioné acercándome a ella. – Toma.

Le extendí una capsula de alimento, hace tiempo que Sakura-san me había dado varias como agradecimiento por haberla ayudado en una prueba medica ya que es aprendiz de Lady Tsunade.

– Gracias... Pero ¿No deberías conservarlas?
– Sí, pero hay de sobra en mi bolsillo... Solo no preguntes el por qué – le sonreí.
– ¡¿Le estás robando a la aldea?! – me volteó a ver sin dejar de correr y saltar.

Todos voltearon a vernos.

– ¡No es así! ¡Sakura me dio más píldoras de alimento! Yo la ayudé con una prueba para la quinta Hokage.

Agité mis manos de lado a lado para que no se malentendiera el por qué tengo más "suministros" que cualquier otro ninja debería tener. Aunque no debería.

Psss, Hiro-chan – me habló Rock Lee. – ¿Acaso no estás ansiosa por ver el avance de Naruto?
– Claro que lo estoy, es un muy buen amigo... – sonreí y seguí corriendo.

Decidimos no parar en ningún momento ya que nuestro principal objetivo era llegar lo más pronto posible a la aldea de la arena.

[...]

De tanto correr, tuvimos que parar ya que nuestra energía se había agotado, además, estaba anocheciendo.
Mientras que unos nos encargábamos de poner un pequeño acampamento para poder descansar y dormir, otros preparaban una cena digna de un ninja de la aldea de la hoja.

Tras haber comido bien, tuvimos que ir a dormir. Claramente no tenía nada de sueño así que, decidí salir a vigilar el lugar.
Me acerqué al lugar en que hicieron la fogata para poder preparar algo de comer y me senté.

– Wakatoshi-san...

Escuché una voz grave, volteé hacia la dirección a la que había escuchado aquella voz y me percaté que se trataba del chico de cabello largo, Neji Hyuga.

– Hyuga-san... – me levanté e hice una reverencia.

Se acercó y se sentó justo a un lado mío, lo cual me pareció bastante extraño. Me le quedé viendo algo confusa, en ese mismo instante le dio una palmada al suelo, señalando que también me sentara.

– ¿Qué mosco le picó? – le pregunté con respeto.
– Cállate y escucha.
– ¡¿Q-qué?! – volví a preguntar, pero ahora con mucha irá y aún más confusa.

Comenzó a mover su cabeza de lado a lado, genuinamente. No entendía lo que estaba pasando, eso me ponía los pelos de punta.

– ¿Sabes? He escuchado mucho de tu clan...
– Mi ¿Clan? – me separé más de él. Un metro y medio de distancia.
– Sí, eran... Poderosos y prestigiosos – me vio extraño de arriba a abajo y viceversa.

Asentí confundida y un poco angustiada.

– Tú... ¿Qué es lo que quieres hacer de tu vida en el futuro?
– Eso no es de tu incumbencia...
– ¿No piensas en el futuro de tu clan? – me preguntó con una sonrisa muy aterradora a mi parecer. – ¿No piensas en volver a reconstruir tu clan?

Volví a asentir para luego susurrar.

– Claro que lo pienso ¿Tú no lo haces?

No respondió nada, lo cual me hizo recordar su última pelea con Naruto, en los famosos exámenes chunin. La verdad es que no estaba entendiendo nada de lo que estábamos hablando o qué es lo que el chico quería decir.

𝑳𝒂 𝑽𝒊𝒅𝒂 𝑬𝒔 𝑴𝒂𝒓𝒂𝒗𝒊𝒍𝒍𝒐𝒔𝒂... [Shino Aburame x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora