𝑳𝒂 𝑽𝒊𝒅𝒂 𝑬𝒔 𝑴𝒂𝒓𝒂𝒗𝒊𝒍𝒍𝒐𝒔𝒂... [Shino Aburame x Oc]

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*Narra la autora*

Era tradición para el equipo once comer en Ichiraku ramen después de cada misión exitosa o en ocasiones fallida. Tanto Kiyoshi Ikeda como Hiro Wakatoshi, tomaron a su sensei de los brazos y caminaron junto a él para que no pudiese salvar de pagar la cuenta de los dos chiquillos.
Para él no era ningún inconveniente saldar la cuenta de sus pequeños compañeros de equipo, lo haría porque realmente los apreciaba y un poco más a Kiyoshi por ser su alumno y aprender de él un poco de jutsus médicos.

Luego de eso, se les unió Rock Lee — el más guapo de la aldea de la hoja — y Neji Hyuga de la rama secundaria del clan Hyuga.
La chica y Rock Lee estaban tan animados en comer juntos, mientras que Neji Hyuga y Kiyoshi Ikeda estaban serios como casi siempre. Luego de varios minutos de caminar hacia el lugar al que irían a comer ella escuchó que alguien le hablaba en un susurro, el de cabellos cafés.

Se acercó a él, dejando que los demás siguieran con su camino, ellos también caminaban, pero a paso lento. En ese mismo instante la chica vio un pequeño rasguño en el pómulo del joven. Estaba preocupada, quería saber la razón de su herida y en un ágil movimiento se puso frente a él, quedando tan cercas que ella podía sentir la respiración de Neji en su cabello.

Pararon, y Hiro Wakatoshi lo vio a los ojos, esperando que éste le correspondiera aquella vista. La de ojos azules veía con preocupación al chico sacó una pequeña pañoleta sin dejar de prestarle atención al chico, alzó su mano y comenzó a curar aquel rasguño sangrante.

Con una mano limpiaba el pómulo de Neji Hyuga y con la otra mano tomaba el hombro del joven para evitar que se alejara, además de que lo había hecho que se agachara un poco para estar a la misma altura que él y tener mejor vista de la herida.

Neji Hyuga estaba totalmente nervioso ¿Qué se supone que debía hacer ante el tacto de la chica? No estaba seguro de eso, pero se sentía en su zona de confort.
La veía espantado pues estaban tan cercas que, cualquier persona en la aldea podría suponer que eran novios, se podía malinterpretar su cercanía, aunque a él no le importaba lo que las demás personas dijeran o creyeran.

Veía hacia todas partes como al cielo, a los lados, pero nunca la miró a ella, ya que en su "retorcida" se imaginaba que realmente sí eran una pareja y ella estaba preocupado por su lindo novio, cuidándolo y curando sus heridas... Eso ocasionó un rubor en sus mejillas, cosa que Hiro notó en él mas no quiso preguntar al respecto.

– Listo... ¿Estás bien? – preguntó susurrando muy amable la chica.

Lo cual hizo que Neji Hyuga contestara con tartamudeo. Se paró derecho, agitó un poco su cabeza para acomodar sus pensamientos e imaginaciones, se cruzó de brazos y caminó lejos de la chica.

«¿Qué rayos debo decir? Creo que un gracias, pero no tengo palabras para hacerlo...» pensó el de ojos color perla mientras escuchaba los pasos apresurados de la chica. Hiro se posicionó al lado del joven y comenzaron a hablar sobre su misión.

En la mente de Neji solo pasaba la idea de tomarla de la mano al mismo tiempo que seguía escuchando e interesándose por la misión de Hiro, pero lo único que él no quería era alejarla o hacerla sentir incómoda ante su acción, así que mejor se quedó de brazos cruzados.

Llegaron al restaurante calmados. Después de pedir cada uno su comida y de que ésta llegara a ellos, comenzaron a comer. Todo era risas, carcajadas intensas y buenas platicas. Iba todo genial hasta que terminaron. Cada uno pagó su cuenta, claro que no iban a hacer gastar al hombre mayor, Nanami.

Kiyoshi Ikeda, Nanami y Rock Lee fueron los primeros en terminar sus tazones de ramen, esperaron a los demás para irse juntos, sin embargo, los dos de cabello café y largo se negaron a hacerlos esperar. Se fueron los tres muy contentos y más Rock Lee, ya que sabía de los sentimientos de su amigo hacia Hiro, pues anteriormente el del clan Hyuga le había pedido consejos al de cejas grandes.