𝑳𝒂 𝑽𝒊𝒅𝒂 𝑬𝒔 𝑴𝒂𝒓𝒂𝒗𝒊𝒍𝒍𝒐𝒔𝒂... [Shino Aburame x Oc]

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*Narra la autora*

En estos momentos Hiro Wakatoshi estaba totalmente pasmada, no sabía qué responder, pues sus amigos de la infancia le habían preguntado algo que no esperaba.

– ¿Es cierto que Neji Hyuga y tú, están saliendo? – preguntó el pelirrojo con mucha curiosidad.
– Claro... Desde el día en que los vimos en el restaurante de BBQ hemos tenido esa duda – habló el rubio, Kiyoshi Ikeda.

El chico del clan Ikeda era el más ansioso por saber la respuesta de la chica, era quién más curiosidad tenía puesto que ha estado enamorado secretamente de su querida mejor amiga y, no solo eso, sino también siente una gran admiración por Hiro Wakatoshi.
Aunque afortunadamente era un chico que sabía a la perfección que no debía mezclar el trabajo ninja con la vida personal.

– E-eh... Yo... – contestó con la voz entrecortada.

Solo podía pensar en el horrible momento que estaba pasando, la presión que le provocaba las miradas de esos dos chicos, obvio estaban curioseando, pero querían saberlo de ella misma y "molestarla" un rato.

– ¿Entonces? – repitió Haruki.
– Chicos... Yo... Creo que sí.

Aquellos ojos azules mar estaban bastante brillosos como si quisiese llorar. Haruki soltó una carcajada y abrazó a su querida amiga pasando uno de sus brazos por el cuello de ella. Kiyoshi sintió como si le hubiesen apuñalado unas cuantas shuriken por la espalda, pero afortunada mente logró reprimir sus sentimientos en ese instante.

– Vamos, no es tan malo... No pongas esa cara.
– Sí, vayamos de una vez a hacer algo... Si Tsunade-sama nos necesita, mandará a alguien por nosotros – habló el rubio serio. – Vayamos a entrenar todos juntos.

Esa tarde la pasaron practicando en el campo. Hiro Wakatoshi hacía lo posible por mejorar su taijutsu mientras que Kiyoshi Ikeda le ayudaba. Por otro lado, estaba Haruki Shibata haciendo unas cuantas lagartijas como Rock Lee solía hacer.

[Dos días después...]

Era un día parcialmente soleado y bastante hermoso como cualquier otro día de la semana en la aldea escondida entre las hojas. En ese momento la chica pelicafé se alistaba para salir de casa como siempre, aunque antes de abandonar su hogar para acudir con Lady Tsunade debía desayunar algo.

Atsushi Wakatoshi había preparado el desayuno para las otras tres personas que se encontraban dentro de casa: su padre Ikki Wakatoshi y sus hijos, Hiro y Reiki.
Los dos últimos se sentaron al mismo tiempo, esperando que por fin su padre se sentara a acompañarlos. Ninguno hablaba, solo observaban a detalle la comida.

– Creo que su madre hubiese hecho un buen desayuno... Voy algo retrasado de tiempo así que... – habló apenado el hombre.

La comida era simplemente ramen instantáneo ¿Quién comía este tipo de platillos a las seis de la mañana? Solo los Wakatoshi, lamentablemente.

– Eh, espero que no nos haga daño – comentó el chiquillo algo sorprendido.
– Buen provecho... – dijeron todos al mismo tiempo.

El abuelo se limitaba a hablar, no le parecía bien este desayuno rápido... Siquiera podría llamarse de esa manera, esto no es un alimento apto para ninjas a esta hora del día.

Luego de terminar de comer, llevaron sus platos al fregadero y salieron corriendo sin más qué decir. Atsushi a la estación de espera jounin, Reiki a reunirse con su equipo e Hiro a la mansión hokage, los tres iban hacia destinos distintos. El abuelo Ikki se había quedado en casa, se tomaría el día para descansar, puesto que llevaba días entrenando a sus nietos.