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Desperté con dolores en la espalda, pues el día de ayer había estado entrenando duro junto con mi padre y hermano hasta tarde.

– ¡Hiro! – gritó Reiki entrando a mi habitación. – ¡Ya está el desayuno!
– Solo denme cinco minutos más.

Dije y éste salió corriendo, dejando la puerta abierta. Me levanté para cerrarla y aproveché el tiempo "sobrante" para recoger mi cama y preparar ropa limpia.
Salí de mi habitación directo a la cocina, al parecer habían preparado un buen desayuno y mi sentido del olfato lo percibía.

– Tu plato está servido – mencionó mi padre.

Asentí y por fin me senté. El desayuno no era lo que esperaba pero algo es algo. Comencé a ingerir mis alimentos hasta terminar.

– Lleva mi plato al lavadero, y yo lavaré el tuyo – dijo mi hermano.
– Yo lo haré, debes ir a la academia ninja.

Sonrió ampliamente y salió corriendo del comedor. Me levanté para después lavar el plato de comida de mi hermano y mío.
Luego de que terminé me fui a mi cuarto por la ropa limpia y me bañé.

Justo cuando me estaba secando el cuerpo y poniendo mi ropa, cayó algo de la mesita de noche... El bicho pequeño de madera, lo tomé y lo guardé en mi mochila. 

[...]

Salí corriendo de casa, agradeciendo el gesto amable de mi padre al querer llevarme a la mansión Hokage. Me negué.

Debía ir a este lugar para cumplir con una misión en la academia, junto a Iruka-sensei.
Cuando llegue a la oficina de Lady Tsunade, toqué la puerta y me dejaron pasar.

– Qué bueno que llegaste.
– Justo a tiempo... – mencionó la quinta.
– De hecho llegó diez minutos antes de su llamado, felicidades Hiro.

Me sonrió Shizune-san y le devolví la sonrisa. «Por fin llegué temprano», pensé para después agradecer con una reverencia.

– Ya sabes cuál es tu misión.
– Sí... – me paré bien con las manos atrás. – Debo estar en la puerta de entrada norte y verificar si no hay inconsistencias respecto a las entradas y saludas de los shinobis y kinoichis. Además...
– Andando, se te hará tarde – me interrumpió Lady Tsunade. 

Hice una reverencia y salí de su oficina. Bajé las escaleras a paso rápido para así poder llegar "temprano" a mi misión asignada. Solo era hacer unos cuantos "mandados" puesto que la mayoría de ninjas de la aldea estaban ocupados en actividades o misiones de alto rango. 
En el momento en que puse un pie en la tierra, escuché a Kakashi y Nanami-sensei. El primero como siempre; leyendo alguna de las novelas eróticas de Jiraiya, y el segundo; escribiendo como regularmente lo hacía... 

– ¿A dónde tan veloz? – preguntó Nanami-sensei. 
– Debo cumplir con mis actividades... ¡Adiós!
– Antes de que te vayas... Hiro ¿Se te cayó esto? – Kakashi extiende el bicho de madera. 

Lo observé a detalle y me sorprendí, rápidamente lo tomé en mis manos. Vi cómo los dos comenzaron a reír levemente y a negar unas cuantas veces mientras movían la cabeza. 

– Gracias – hice una reverencia. 

Me aleje de estos dos y me fui corriendo para llegar hasta la puerta norte. Sería un camino un poco tardado... Una vez allá, les pedí amablemente las listas de entrada y salida a Kotetsu Hagane e Izumo Kamizuki, debía verificar si todo estaba bien. 

– No hay de qué preocuparse – mencionó con emoción Kotetsu. 
– Sí, todo está bien – habló Izumo. 

Les sonreí a los dos ampliamente  y éstos sonrieron devuelta. Seguí viendo las listas y escuché murmullos inaudibles de su parte. 

𝑳𝒂 𝑽𝒊𝒅𝒂 𝑬𝒔 𝑴𝒂𝒓𝒂𝒗𝒊𝒍𝒍𝒐𝒔𝒂... [Shino Aburame x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora