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*Narra Hiro Wakatoshi*

Su semblante era tan serio y sombrío que llegaba a causar miedo, más aún sabiendo que estaba completamente sola en casa.

– ¿Vienes a verme? ¿Por qué?

El chico solo hizo una reverencia, como si se estuviese disculpando.

– Yo... Quiero hablar contigo.

No paró por completo hasta que acepté. Me hice a un lado y le di espacio para que pudiese entrar a casa, sin embargo, no quiso hacerlo. Salí y me posicioné frente a él.

– Habla, Neji-san.
– Como verás, vengo a hablar contigo respecto a la misión anterior...
– ¿Específicamente, de qué? – jalé aire.
– El kunai de madera. Tenía tu nombre en él, así que supuse que era tuyo.

Era cierto, él fue quién me lo entregó, pero ¿Por qué?

– Ese día, el día en que cenarías con el equipo ocho y Chouji... ¿Lo recuerdas?
– Sí, lo recuerdo, pero...
– Te hablé porque Lady Tsunade necesitaba tu presencia y yo fui quién te buscó... Ese día, tú recibiste un obsequio de Shino Aburame.

No mentía, claro que recordaba aquel día, pues fue cuando me puse nerviosa al ver a Shino y al hacerme entrega de algo especial. Lo que no entendía es el por qué Neji me mencionaba esto.

– Tú, tiempo después sufriste un accidente en el cual caíste de un árbol por culpa...
– ¡Ve al punto, Neji Hyuga!

Se cruzó de brazos y me miró con enfado, ya me estaba hartando no estar en la misma sintonía que él.

– Él no merece tu amistad y cariño.

¿Neji Hyuga confesando su enfado? No lo creía. Simplemente no creía que él se tomara el tiempo para venir a visitarme y decirme con quién sí y con quién no juntarme, sabiendo que no es mi padre, ni mucho menos un amigo o persona cercana a mi circulo social.
Estaba confundida, pero también con aquel comentario, me había hecho sentir molesta e incómoda.

– ¿Por qué lo dice alguien con quien no tengo buena relación amistosa como tú? Y ¿Por qué dices eso?
– Porque creo que, si no lo hago yo, nadie más lo hará – posicionó sus manos en su cintura. – Además, digo eso porque vi cómo a Shino se le caía el obsequio que le diste, si es algo especial para él, debió de haberlo guardado en un lugar mejor...
– ¿Y cómo sabes que yo se lo di? – lo interrumpí, cruzándome de brazos al igual que el anteriormente.
– Porque tenía tu nombre... Yo supuse que...

Negué mientras que movía mi cabeza de lado a lado, no me sentía cómoda con esta conversación.

– Ya no sigas... Ven, pasa – le di espacio para que entrara. – Te ves muy exaltado, prepararé el té.

Entró a mi humilde morada y miró a todas partes.
Las ventanas estaban completamente abiertas y las cortinas sueltas, así que el aire que entraba por ellas movía ligeramente los cortinones. La iluminación también era bastante buena y varios rayos del sol entraban y se reflejaban en el piso.

– Espera un momento, pondré a hervir el agua.
– ¡No es necesario! – vi un sonrojo muy leve en sus mejillas.

De inmediato volteó hacia un costado, como si tratara de ocultar su cara — cuyo rostro estaba completamente rojo como un tomate —.

– Vamos, eres mi visita, ¿No? – pregunté amablemente. – Dijiste que venías a verme.
– Ah... – escuché un suspiró muy rápido. – Sí, eso dije.

Me adentré a la cocina para hervir el agua y preparar un té, esta vez no haría el té tradicional del clan, solo prepararía uno normal... No era sano para mí.
Al momento de salir de la cocina, me di cuenta de que había "activado" su byakugan. Al momento de verme, rápidamente las venas que se formaban alrededor de sus ojos se desvanecieron.

𝑳𝒂 𝑽𝒊𝒅𝒂 𝑬𝒔 𝑴𝒂𝒓𝒂𝒗𝒊𝒍𝒍𝒐𝒔𝒂... [Shino Aburame x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora