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*Narra Hiro Wakatoshi*

Y ahí estaba él, con ese rostro inexpresivo que lo caracterizaba tanto.

– ¿Shino-kun? – pregunté muy nerviosa al verlo en la puerta. – ¿Qué haces aquí?
– Hiro-san... Solo venía a decirte que Kiyoshi te ha estado buscando... Parece estar bastante preocupado.

Solo asentí, más no dije nada.

– ¿Pasó algo entre ustedes dos?
– No, ah bueno... – pensaba en decirle, sin embargo, decidí cambiar el tema "rápidamente". – De hecho, estábamos tomando el té... Los chicos y yo.

Simplemente se limitó a decir un "Está bien". Se dio la media vuelta y se retiró sin más qué decir.

– ¡Shino! ¿Quieres acompañarnos? – le hablé con desesperación.
– No puedo, gracias.

Hizo una reverencia y siguió caminando.
No estaba segura al cien por ciento de lo que estaba pasando con él, pues tenía días de no verlo y la ultima vez fue una persona demasiado amable y platicadora.
Tal vez estaba exagerando las cosas y a lo mejor él no podía acompañarnos a tomar el té por estar ocupado.

Cerré la puerta y me dirigí a la sala con los chicos.

– ¿Te dijo que no? – preguntó Haruki un tanto curioso.

Asentí algo triste y confundida. Tomé la bandeja en la que se encontraba el recipiente con la bebida y tazas.

– Dejaré esto en la cocina... Ah, estoy algo cansada.
– Está bien, creo es todo por el día de hoy, mañana regresamos a la normalidad – dijo el rubio, Kiyoshi Ikeda.
– Sí, será mejor que descansemos...

Habló el pelirrojo carismático. Se levantaron y esperaron a que regresara de la cocina. Después los acompañé a la puerta principal y se retiraron.
Volví a cerrar la puerta y me fui a dar una pequeña ducha con agua caliente a pesar del inmenso calor que hacía en la aldea hasta por la noche.

*Narra Shino Aburame*

La quinta hokage nos había mandado a una misión un poco insignificante, la cual cumplimos ya que debíamos desempeñar nuestra labor como ninjas de la aldea de la hoja. Claramente Kiba y Hinata al terminar la misión se fueron a sus respectivas casas a descansar, mientras que yo me iría a recolectar información respecto a insectos. Aunque antes de que se fueran a sus casas, decidimos ir a comer algo.

– Oigan, estaría genial si mañana entrenamos juntos – propuso el peli café.
– Yo tengo que entrenar con Neji-san y mi padre... Lo siento.

Era cierto, últimamente entrenaban mucho, pues Hinata quería seguir siendo una Kunoichi y fuerte.

– ¿Tú qué dices, Shino? – me preguntó Kiba. – ¿Nos ayudarás a Akamaru y a mí con nuestro entrenamiento?
– Está bien.

Kiba saltó junto con su perro Akamaru y apresuraron su paso, al parecer ya tenían hambre... Y quién no tendría hambre después de haber despertado tan temprano para cumplir una misión un tanto absurda.

– Hoy fui a la casa de los Wakatoshi... – escuché de Kiba.

Como no le prestaba mucha atención a su platica anterior con Hinata, decidí acercarme un poco más a ellos, puesto que estaba interesado en saber a qué había ido.

– ¿De verdad? ¿Cómo ha estado Hiro? – le preguntó Hinata con esa voz tan aguda que la caracteriza. – Tengo tiempo de no verla.
– Pues, solo fui porque su casa está relativamente cercana a la mía.

Comenzó a reír, lo cual nos pareció algo extraño ya que, no dijo nada gracioso.

– ¿De qué te ríes? – le pregunté bastante serio.
– Pues de su personalidad, se nota que es amiga de Haruki y Naruto...
– ¿A Naruto? ¿Por qué lo dices? – curioseó Hinata.
– Ella es... Bastante terca y siempre quiere ser la más fuerte de su equipo, al igual que Reiki, es bastante parecido a Hiro... Aunque Hiro-chan es bonita...

𝑳𝒂 𝑽𝒊𝒅𝒂 𝑬𝒔 𝑴𝒂𝒓𝒂𝒗𝒊𝒍𝒍𝒐𝒔𝒂... [Shino Aburame x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora