27: 23/02.

307 36 22
                                    

Capítulo 27:

23/02.

GLORIA.

Hacía exactamente un mes desde que había aceptado ser la novia de Pablo. Era un 23 de febrero. Un día que podía considerar como los más felices que había tenido desde hace mucho tiempo. El día en el que Pablo por fin había tomado el valor para pedirme que fuera su novia y así tener algo formal con él. El día en el que me sentí la más dichosa por tener como novio a uno de los mejores hombres que existían.

- Gloria, te están buscando -habló mi madre a través de la puerta de mi habitación.

Tomé un brillo de labios y lo pasé por mi boca, antes de mirarme por última vez al espejo. No podía vestirme cómo quería, pues justo en ese día tenía un ensayo, pero de igual forma traté de verme lo mejor que pude. Opté por un sport color naranja con algunas franjas negras por los lados. Sudadera, pantalones y top que eran con el mismo diseño. Me coloqué unos tenis blancos que resaltaban de la prenda. Era algo cómodo, pero me sentía bien, me sentía bonita y con eso bastaba para que Pablo me viera hasta más linda.

Eché un vistazo a la habitación antes de irme y mis ojos se centraron en una pequeña caja que estaba sobre mi cama. Fui por ella rápidamente y salí de la habitación. De no haber sido por ese último vistazo, se me olvidaba ahí esa caja, que era tan importante.

- Nos vemos, mami -me despedí con un beso en la mejilla de mi madre, antes de salir de casa.

- Cuídate, mi niña.

Al salir, Pablo ya me estaba esperando arriba del coche y me subí en el rápidamente, sin darle tiempo a que se bajara a abrirme la puerta. Me estiré desde mi asiento para saludarlo con un corto beso en los labios, a lo que él frunció el ceño.

- ¿Qué fue eso? -preguntó, sin dejar de verme con el ceño fruncido.

- ¿Un beso?

- No, eso no fue un beso.

- Ay, ya, no te enojes -me reí, antes de acercarme otra vez a él para darle un profundo beso- Mejor ten, es para ti -le dije separándome de él para tomar la caja que había dejado sobre mis piernas.

- Wow, ¿Y esto? ¿Es un premio por ser el más guapo o cómo? -preguntó riendo, pero con una actitud de extrañeza al recibir ese regalo "de la nada".

El corazón me comenzó a latir con fuerza. Me invadieron unas ganas de llorar, y quizá sea algo estúpido, pero me hacía tanta ilusión porque era nuestro primer mes como novios. Entiendo que tal vez se le podía pasar, pero no en le primero, que es tan importante.

Estaba tan concentrada en hacerme sentir mal yo misma, que no me di cuenta de que Pablo había dejado algo sobre mis manos.

- ¿Qué? ¿A poco creíste que se me olvidó que hoy cumplimos un mes siendo novios? -cuestionó, sonriente, a lo que yo sentí cómo volvía a respirar, y que esas lágrimas de tristeza se convertían en lágrimas de alegría.

- ¡Eres un tonto! -le grité casi llorando.

Abrí mis manos para ver que había dentro, y me mostraron un hermoso collar dorado del que colgaba un pequeño dije en forma de corazón, del mismo color.

- Es para que siempre me lleves contigo, y que siempre que lo veas, recuerdes todo lo que siento por ti -dijo él, tomando por un momento el collar con la mano para abrir el dije, el cual tenía dentro una imagen de nosotros dos abrazados, y después lo giró para que viera la parte trasera de este, el cual dejaba ver una frase inscrita en el: "Lo más lindo de mi vida eres tú. Te amo, peque. 1M 23/02 ".

¿Te quedas conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora