31: Más cerca.

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Capítulo 31:

Más cerca.

GLORIA.

Más cerca. Estábamos un pasito más cerca de mi bebé. Cada avance, por más simple que fuera, me regresaba la esperanza de que encontraríamos a mi hija. La emoción me invadió por completo, haciendo que soltara lágrimas de felicidad, sin poder contenerlas. Me temblaba y sudaba todo el cuerpo con una noticia, no quería imaginarme cómo me pondría el día en el que tuviera de nuevo entre mis brazos a mi bebé.

— ¿De verdad? —pregunté con lágrimas en los ojos— Pero ¿Dónde tienen a mi bebé? ¿Podemos ir ya?

— Todavía no estamos muy seguros de si ese lugar sea el correcto, y hemos...

— Pero ¡¿Qué les pasa?! —lo interrumpí, levantándome de la mesa y llamando la atención de algunas personas— ¿Cómo no pueden estar seguros? Así de simple, es o no es. ¡No puedo creer que sean tan ineficientes, carajo!

— Gloria, mi amor, cálmate —me habló Pablo, tomándome de la mano para que me volviera a sentar— Te entiendo, pero deja que termine de hablar, por favor, peque —me dijo, tratando de tranquilizarme, besando mi frente por unos segundos.

— Señora, le recuerdo que en una sola semana hemos encontrado pistas más rápido que cualquier otra persona. Además, su caso no es tan fácil que digamos, por lo que debe tener paciencia, si de verdad quiere que la ayudemos a recuperar a su hija.

— Está bien. Le pido una disculpa, es que he estado bastante sensible —le dije, mientras que bajaba un poco la mirada por la vergüenza que sentía al haberme desquitado con él.

Y es que el detective tenía toda la razón, su trabajo estaba muy bien hecho, pero seguía sin parecerme lo suficientemente eficiente. Estaba en mi papel de madre, ¡y yo quería tener a mi hija en ese mismo instante! Su labor había sido muy buena, pero si entendiera mi angustia, mi desespero, mi deseo de tenerla junto a mí y protegerla de todo el mal, fueran mucho más rápidos a la hora de actuar. Una semana me parecía una eternidad, y mis ganas de recuperar a mi hija crecían a pasos agigantados, así que mi paciencia se iba acabando cada vez más. No iba y hacía las cosas por mi propia mano solo porque sabía que, si lo hacía, mi hija correría más peligro que nunca, y era eso de lo que la quería proteger por toda su vida.

— No se preocupe. Retomando el tema, hemos hallado varias coincidencias en el lugar que le menciono, con el que usted describió, y es eso lo que nos hace creer que podría ser ese. Está en una zona alejada de la ciudad, en un pequeño bosque para ser más específicos —nos informó el oficial, mostrándonos un mapa de la posible zona en la que se encontraba mi Ela Sofía.

En un bosque... ¡En un bosque! El mismo sueño que había tenido en toda la semana pasó por mi cabeza tan exacto como el primer día. Una casa lujosa en medio de un bosque, justo como lo que había hallado el detective, y un poco de como yo lo recordaba.

— Estamos esperando una orden judicial para poder ir a investigar la casa y la zona, y aprovechar también para interrogar a los habitantes de por ahí, quizá algunos de ellos vieron algo de lo que pasó y puedan decírnoslo.

— ¿Y cuánto tiempo cree que tarden en darle la orden? —pregunté impaciente, pues no sabía cuánto tiempo aguantaría más lejos de mi hija.

— Máximo en unos tres días. Mientras tanto, seguiremos buscando más pistas que nos guíen hacia ese lugar. Gloria, tengo entendido que visitó a una especialista para que le ayudara con el tema de la amnesia, ¿Hay algo importante que tenga que decirme? —cuestionó, tratando de hallar información importante.

¿Te quedas conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora