¿Te quedas conmigo?

17: De vuelta.

Capítulo 17: 

De vuelta.

PABLO.  

— Pues... Sí, ¿No? —. Hizo una mueca, no muy segura de hacerlo. 

— Hazlo, para ver qué es lo que quiere, nada más —. Me encogí de hombros, soltando un pesado suspiro. 

— Fastidiarles la vida, que es lo único que sabe hacer ese hombre. 

Gloria asintió levemente con la cabeza, para después deslizar la pantalla para responder a la llamada. Colocó el altavoz y depositó el celular en medio de la mesa. La mamá de Gloria se acercó más y se sentó en frente de nosotras para escuchar a Armando. 

— ¿Sí? —habló Gloria al teléfono, esperando la respuesta. 

— Gloria, mi amor, ¿Cómo estás? —se escuchó al otro lado de la línea. 

— ¿Qué quieres, Armando? —preguntó, fastidiada  de tan solo oír su voz. 

— Saber de ti, cómo te encuentras... Me tienes muy preocupado, mi amor. 

— No me digas así, ¿Entiendes? —chilló al tiempo que giraba los ojos. 

— Estás con él, ¿Verdad? ¡Estas con tu maldito amante, con tu bailarín de cuarta!

— ¡A ver, no me grites, que no soy un animal! Y si te refieres a Pablo, ¿A ti qué? Hace meses que tú y yo dejamos de ser pareja ¿Hasta cuando eso te va a quedar totalmente claro, ah? 

— ¡Nunca! Porque tú sigues siendo mi mujer, y así será por siempre. 

— No soy tu mujer, pero fue porque tú así lo quisiste. Tú te revolcaste con otras. Tú me fallaste... Yo no, porque yo siempre estuve ahí para ti . 

— Pues sí, tal vez sí, pero ante la ley seguimos siendo marido y mujer, mi amor —susurró con delicadeza y a la vez orgullo en la voz. 

— ¡Que no me vuelvas a llamar así te dije! —reprendió con irritación— un simple papel no demuestra absolutamente nada de lo que vivíamos por dentro. Lo que importa es la relación que se lleva y cuánto amor hay de por medio... Y nuestra relación está hecha un asco desde hace mucho tiempo atrás. 

— Lo es así por culpa d ese bailarín, porque él te está metiendo todas esas ideas, ¿No? Ese solo llegó para arruinarlos la vida, para arruinarnos nuestro matrimonio. 

— No culpes a Pablo de tus estupideces. y te equivocas, porque Pablo llegó a mejorar muchísimo mi vida. ¿Sabes qué? Cuando madures y puedas hablar con calma sobre nuestra situación, me llamas. Cuídate, Armando —sentenció al mismo tiempo que tomaba el teléfono para finalizar la llamada, impidiendo que Armando agregara algo más. 

— Siento que nunca nos vamos a poder deshacer de él, que siempre va a estar jodiéndome la vida —suspiró con pesadez, mientras se pasaba una mano por la frente— Estoy cansada de él y de todos sus reclamos y amenazas que no vienen al caso. 

En ese momento, al verla así, tan alterada, sentí que el coraje con Armando volvía inmediatamente. Me dolía verla mal, y más si era por culpa de ese idiota. Anhelaba que esa página de nuestras vidas se pasara en un segundo, que e todos los que nos habían hecho daño desaparecieran de nuestras vidas para siempre. Quería disfrutarla a ella y disfrutar tranquilamente de nuestro amor, sin nadie que lo impidiera. 

— Gloria, mírame, por favor —. Tomé con delicadeza su mentón para alzar su vista hacia mí— Sabes perfectamente que estoy... Bueno, mejor dicho, estamos siempre contigo —. Me giré un poco para alcanzar a tomar la mano de la señora Gloria sobre la mesa, y pude percibir la sonrisa de Gloria al ver mi acción— Y siempre te vamos a apoyar y darte ánimos para que sigas adelante. Armando pronto se va a ir de nuestras vidas  vamos a poder disfrutarla tú y yo, solamente.