40: Epílogo.

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Capítulo 40:

Epílogo. 

Tipo de narrador: tercera persona. 

23 de febrero del 2022.

Estaba sentada en la silla de mi camerino, frente al espejo, tratando de regular su respiración, y de tragarse todos los nervios que sentía. En cada concierto sus nervios estaban a tope, pero este era muy especial porque era el inicio de una gira, en donde quería que todo saliera a la perfección, con más ganas que los demás... Tomando en cuenta que estaba lista para dar un par de noticias, después de muchos meses de pensarlo detenidamente, se decidió a que era tiempo ya de hacerlo. 

Todavía faltaba poco más de dos horas para que el concierto iniciara, ya habían hecho los ensayos, y al parecer todo iba bien. Los demás se encargaban de verificar que todo estuviera como era, los bailarines se estaban preparando, y ella estaba por hacer lo mismo. En su camerino estaban todos los vestuarios que utilizaría, junto con un par que los ocuparía para antes del concierto. 

Se vistió con un vestido hermoso, con temática de lo que era la gira, pero un poco más casual. Se maquilló un poco, solo para resaltar algunas cosas, y se dejó el pelo suelto, aunque con algunas ondas en las puntas y medios, para darle un poco más de volumen. Los nervios habían cesado un poco, por lo que las piernas no le fallaron al momento de salir al escenario. Allí le esperaba un grupo de reporteros, listos para la rueda de prensa que había hecho para hablar de la nueva gira. 

Les cantó un poco, reímos todos juntos con sus ocurrencias, respondió preguntas de la gira, como también una que otra personal, evitando hablar más de Armando de lo que había hecho antes. Como era evidente, de lo único que se habían enterado en este tiempo era que se había divorciado de él, y que actualmente estaba en la cárcel, sin saber los delitos que había cometido, porque no quiso que se supiera nada para no mancharlo más todavía. Algunas preguntas le incomodaron, y no las respondió, pues tenían que ver con la sorpresa que quería darle a sus fans.

Casi una hora después, la rueda de prensa terminó, y algunos reporteros se fueron, otros se quedaron al concierto. Tenía que cambiarse de vestuario, por lo que tenía que volver a su camerino, y así lo hizo hasta llegar justo a la puerta y antes de abrirla, alguien la jaló, tapándole la boca y pegándola a él. En el momento se asusté demasiado, pero como siempre, reconoció el aroma de inmediato y se relajó, girándose para verlo. 

- Eres un idiota, me asustaste -le dijo riendo, golpeando su hombro.

- ¿Te he dicho que estás preciosa? -la evadió, hablando rápido y ansioso, cosa que le extrañó, pues Pablo no es así. 

- Sí, pero... Pablo, ¿Te sientes bien?

- Perfectamente, ¿Por qué no habría de estarlo, eh? -habló igual de rápido, sonriéndole como idiota. 

Estaba asustándose, su actitud era muy rara, y el tono de voz ronco que usaba la desconcertaba aún más. No pudo pensar más, pues sintió cómo la jaló con fuerza de las caderas, pegándola más a él, y dejándola sentir la razón por la que estaba así, y que no se le había pasado por la mente. La besó igual de desesperado, refregando su creciente erección en su abdomen, lastimándola un poco, pero no demasiado. Por un momento, se dejó llevar por el beso, hasta que su cordura regresó a ella. 

- Hey, no, espérate, que alguien puede vernos -dijo Gloria, empujándolo un poco, negándose, pero no muy convencida 

- No, no hay nadie -murmuró en su oído, tomándola de los muslos para cargarla en sus caderas. 

¿Te quedas conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora