—Tonto, tonto, tonto, tonto ~ —entonaba cada palabra con una vocalización distinta. Cada segundo que pasaba lo hacia más y más alejado de lo que quería lograr. Al final soltó su lápiz y se recargó sobre su mano con frustración.
Llevaba más de siete meses intentando conseguir la pieza perfecta para el primer paso al futuro que anhelaba, pero ninguno de sus intentos resultó como esperaba. Nuevamente ahí estaba rompiendo las hojas sobre las que escribió.
—Concéntrate —dijo para sí mismo y suspiró profundamente. Sonrió para tener motivación, misma sonrisa que desapareció con la luz brillante de su móvil anunciando un mensaje.
Tiró todo nuevamente y con gran furia, desbloqueó el móvil para analizar la molestia de todos los días. Sí bien SooHa era su mejor amiga, solía ser inoportuna.
Era muy común recibir llamadas o mensajes de su parte justo cuando lo que menos desea es una distracción, aunque en realidad no tenía pensado que hacer.—Tengo muy en claro que quieres presumir que ya tienes un lugar asegurado —musitó nuevamente para sí mismo, SooHa nunca lo escucharía.
—A veces me preocupas.
BeomGyu saltó del susto aún sentando en su silla. El primer pensamiento que arrojó su cabeza, fue que había entrado un ladrón, pero eso ya se estaba volviendo demasiado repetitivo.
—Lo siento, pero estoy cabreado. Quiero golpear muchos costales de boxeo hasta sacarles el relleno, no importa que tan lastimarás queden mis manos —contestó guardando los diferentes lápices que había estado utilizando pensando que alguno de ellos le daría la inspiración suficiente para trabajar mejor.
—Cuando actúas así, siento una inmensa necesidad de reírme de tí.
—Eres tan graciosa, madre —refunfuño frunciendo ligeramente su nariz y cerrando la bolsita de tela color rosado donde había guardado sus preciados lápices, cada uno de distinto tamaño —. ¿Puedes creer que SooHa me recuerde todos los días de su vida que pasó la audición al primer intento?
La mayor negó con la cabeza con una sonrisa. Aún seguía parada en el umbral recargada en el marco de la puerta de madera con letreros en ella.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Nada me sorprendería de SooHa, ya sabes —habló tranquila.
BeomGyu actuó ofendido, incluso se levantó y dio media vuelta con la libreta entre las manos, dándole la espalda a su madre. Estaba en desacuerdo con la actitud de su madre hacia SooHa. No niega que sea una chica un poco pesada, pero era su mejor amiga, ¡su mejor amiga! Él estaba dispuesto a defenderla como tal.
—Nunca intenté ofenderla, no sé porque de repente actúas así —farfulló —. Deberías despejar tu mente un momento, eso podía ayudarte con tu inspiración o lo que sea que necesites. Puedes subir al tejado, ver una película o hacer tus deberes.
—¡Mamá! —gritó —. No puedo ir al tejado, sí TaeHyun está ahí, moriré. No puedo ver una película, porque no hay algo nuevo que me atraiga. Y tampoco puedo hacer mis deberes, eso es muy aburrido.
Dejó la libreta sobre la cama, en la cual, también reposo su cuerpo con la espalda completamente sobre el colchón y sus piernas colgando.
—¿Quién es TaeHyun?
Amplió la mirada y sintió como la sangre su cuerpo empezó a congelarse. Cualquiera diría que tiene un fetiche con crear líos, no tan graves, pero que a él lo ponían en conflicto mental.
—¿Qué te gustó de él?
BeomGyu mordió sus labios conteniendo su emoción y sus ganas de gritar como un chico hormonal mirando a su actriz favorita.
Su lado sentimental termino ganando.
—Tiene unos ojos hermosos, son grandes, pero un poco tristes. Es un chico misterioso que me hace querer entrar discretamente en su vida para darle mi energía y verlo en su mejor faceta —sonrió de una forma en la que muchos podrían conciderar como “boba” —. ¿Has visto su sonrisa? Puedo jurar que no, fue una pregunta estúpida, pero es tan hermosa.
—Le diré a tu padre que te perdimos otra vez —comenzó a reírse a forma de burla en su pequeñín que se levantó solo para mirarla con ojos poseídos por el mismo ser maligno que habita en el infierno.
—No me perdieron, está vez es diferente —cambió radicalmente de semblante y tiró amabas manos a su regazo —. Creo que... Creo que quiero ser su amigo, quiero ayudarlo, ¡quiero ver esa sonrisa cada día más brillante!
La mayor comenzó a reír fuertemente. Siempre tenía esa excusa, pero de igual manera creía en su palabra. Al menos estaba feliz de volverlo a ver tan feliz después de haber perdido a la mayoría de sus amigos meses atrás.
—Confío en tí —aseguró un poco más relajada —. Ahora, baja y come un poco. No desperdicie mi mañana haciendo platillos deliciosos para que los desprecies.
BeomGyu asintió tres veces seguidas, su madre partió y él volvió a tirarse de espalda.
[🌃]
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From Your Roof | BeomHyun
FanfictionTaehyun parecía llevar una vida normal, instituto, un amigo incondicional, sonrisas, hasta que sus padres decidieron separarse. Su vida cambió desde que se mudo a un lugar que solía recordar, pero sobre todo por aquel chico que lo miraba tímidamente...