Taehyun parecía llevar una vida normal, instituto, un amigo incondicional, sonrisas, hasta que sus padres decidieron separarse. Su vida cambió desde que se mudo a un lugar que solía recordar, pero sobre todo por aquel chico que lo miraba tímidamente...
Dos ancianitos, una mujer y un adolescente sentados sobre las sillas del comedor sin mirarse unos a otros. Una mamá junto a su hijo miraban desde el pasillo fingiendo ser discretos.
El abuelo, al notar que nadie tomaría la palabra, decidió alzar la voz.
─SoHyun, me da mucho gusto verte de nuevo, aunque lo dudes ─dijo calmado con todas las miradas sobre su rostro─. Solo conozco la versión de KwanSoo, me gustaría saber cuál fue el suceso que propicio a que mi nieto tuviera que venir acá con muchos problemas.
TaeHyun miró a su madre con una sonrisa ligera, la situación no era para nada liviana y debía tomarlo con seriedad, pero ver de nuevo a esa mujer, lo hacía sentir completo.
─Con todo respeto, todos deberían saber que todo esto no fue una decisión mía. Yo jamás hubiera permitido que me alejaran de mi único hijo ─expresó sonando más amable de lo que realmente estaba sintiendo, en su interior estaba lloviendo ácido─. Que KwanSoo le haya prohibido a TaeHyun hablar conmigo al grado que me tenía que comunicar a escondidas con él, lo dice todo.
─KwanSoo puede ser una mala persona ─murmuró TaeHyun─. Ahora saben lo que me hizo con respecto a mi vida y cierta persona.
─¿Quién es esa cierta persona? ─interrumpió SoHyun.
La abuela aclaró su garganta justo en el momento.
─Me parece prudente que cuando KwanSoo llegue, puedan conversar como familia.
TaeHyun se hizo pequeño sobre su asiento, no quería ver a su padre, aún sentía miedo al pensar que podría descubrirlo. Rompió sus reglas y se reveló ante su orden.
Sería aún más cuidadoso.
No perdería a BeomGyu de nuevo.
Creía.
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En una habitación sin iluminación natural, acompañada del sonido de un juego de ordenador y una bocina reproduciendo la canción You en un volumen alto mientras que el dueño de aquella habitación con paredes llenas de pegatinas que venían en las golosinas que comía esperaba que respondieran su llamada.
Era HueningKai.
No había dejado de sospechar de una persona en la situación más ruidosa de su mejor amigo.
Nadie en la escuela era tan cercano a JeongHo y TaeHyun al mismo tiempo, a excepción de Choi SooBin, uno de sus mejores amigos, pero sí tuvo algo que ver en el problema, estaría dispuesto a perderlo. Kang TaeHyun era más sincero que él y por eso quería protegerlo más que a un traidor como Choi.
─¿HueningKai? Son las once de la mañan, ¿por qué me molestas tan temprano?
─Tú le dijiste a JeongHo sobre la relación de BeomGyu y TaeHyun, ¿no es así? ─soltó como sí su vida dependiera de eso. Estaba enojado y decepcionado. TaeHyun merecía un mejor trato.
