Taehyun parecía llevar una vida normal, instituto, un amigo incondicional, sonrisas, hasta que sus padres decidieron separarse. Su vida cambió desde que se mudo a un lugar que solía recordar, pero sobre todo por aquel chico que lo miraba tímidamente...
─¡Un drama! ─chilló eufóricamente el de cabello rosa desteñido dentro de la pantalla del móvil ─Estoy tan emocionado, tu padre recibirá su merecido.
─¡No grites! Si escuchan que estoy hablando en el baño que castigarán ─musitó TaeHyun recargado sobre la pared del baño con el móvil en las manos y los manos libres colgando ─¿Cómo no dijiste antes? ¿Acaso lo sabías y nunca me avisaste? Esto podría ser bueno, pero también podría arruinarlo todo.
─Relájate. Tu mamá es una señora con el coraje hasta el cielo, tal vez podrías volver aquí conmigo y finalmente te olvidarás del ruido de Gangnam, tu padre y el pequeño estúpido llamado JeongHo ─habló normalmente en tanto TaeHyun miraba como un cojín negro se atravesaba en la pantalla, YeonJun estaba acostado en el sofá de la sala ─¿No es eso lo que querías?
TaeHyun apagó sus expresiones, ni siquiera podía verse triste o irritado, evitaba mostrar que tan mal se estaba sintiendo. Quería irse de esa casa para dejar a su padre y que fuera feliz ahí o tal vez en Busan, también necesitaba respirar luego de soportar tanto tiempo a JeongHo y MinHye, pero quería llevarse a los abuelos con él y sobre todo, a BeomGyu.
─Tienes algo, dímelo.
─No es tener algo, ni siquiera sé cómo explicarlo ─bufó ─Extraño a mamá, quiero ver a mamá y abrazarla, vivir con ella de nuevo y hacer todo lo que hacíamos antes juntos, solo que, ahora es difícil aprender a discernir lo que realmente quiero.
YeonJun amplió su visión.
─¿Quieres seguir viviendo en ese infierno? TaeHyun, siempre decías que querías volver ─dijo confundido ─Además, BeomGyu y tú...
─BeomGyu y yo volvimos.
YeonJun vivió aquella sensación de que un gran balde de agua fría cayera directamente sobre tu cabeza. Fue como darse cuenta de que todo lo que siempre creyó fue una cortina de humo para tapar todo lo que había pasado.
─BeomGyu no tuvo la culpa, yo fui el tonto que no se atrevió a decirle la verdad y simplemente dejar que todo pasara, ¿Sabes por qué? Por miedo ─levantó mínimamente el volumen de su voz ─No quiero ni siquiera imaginar lo mal que se sintió luego de que papá enviara esos mensajes. Ya no quiero vivir esto nunca más, quiero desechar mis inseguridades y finalmente vivir tranquilo... Con él.
─Esto cambia radicalmente todo.
El rubio asintió.
─Encontraremos una manera.
Asintió de nueva cuenta.
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─¿Estás loco, Choi BeomGyu? ─inquirió la mujer en la sala de estar sobre el sofá sin mirar la pantalla, más bien, mirando a su hijo tan tranquilo comiendo galletas.
─Decidí hacerlo porque él se veía arrepentido y no dejaré que vuelva a hacerme daño. YunHyo me ayudó cuando más triste estaba por lo que pasó con TaeHyun y claramente no volveré a dejar que haga lo que hizo.
Su madre viró los ojos.
─Aquel chico que te habló horrible y se alejó de ti por confundir tus muestras de cariño ─se mofó ─Quiero cuidarte, eres mi hijo.
─No volverá a hacerme daño. Lo prometió.
Ambos, en silencio, miraron de nuevo la pantalla. Madrugada de Sábado, clima agradable y muchas golosinas, perfecto para una madre y su hijo, un adolescente bien apocado.
En la mañana, BeomGyu, arreglando su desorden, seguía esperando el mensaje de TaeHyun. Suponía que era temprano todavía, su pequeño se veía cansando y seguramente quería dormir plácidamente aunque fuera solo minutos más de los que estaba acostumbrado antes.
No sabía que TaeHyun luchaba consigo mismo frente a una puerta de madera dentro del baño esperando el sonido del timbre anunciado que su madre finalmente había llegado.
Y sucedió.
Fuera de ese espacio sus familiares estaban anonadados, no esperaban a nadie y KwanSoo dijo que demoraría más en regresar.
JungMi propuso la idea que tal vez sería uno de esos cobradores que buscaba a otra persona del edificio, pero MinHye lo negaba, ella se consideraba una señora no deudora.
Fue la abuela quien decidió bajar en tanto el menor de los Kang se encontraba en shock en el baño. Sabía que su madre no era cien por cierto aceptada por la familia, en especial por MinHye.
El ruido matutino se detuvo por un segundo. TaeHyun notó eso extraño y decidió abandonar su lugar de confort para verificar que todo estuviera en orden, pero cuando llegó a la sala, todos lo miraron como si todo se hubiera ido al carajo.
Y lo hizo.
Su madre estaba de pie en el umbral de la puerta mientras la abuela estaba a su lado mirando con lágrimas en los ojos a su nieto que no tuvo ni la más mínima resistencia para salir corriendo y abrazar a su progenitora que había extrañado tanto.
KwanSoo no estaba y no podía detenerlo.
Estaba feliz, emocionado, triste, desesperado y con todo por lo cielos.
─Es momento de hablar en familia ─dijo el abuelo en volúmen alto. Nunca estuvo de acuerdo con KwanSoo y la decisión de separar a TaeHyun de su madre a los dieciséis años.
─De acuerdo ─aceptó la mujer de cabellera rubia y larga con TaeHyun llorando entre sus brazos.
[🌃]
¡Volví, familia! Fiesta en mi perfil.
¿Cómo han estado? Extrañaba a mis lectores de por acá ):
