Taehyun parecía llevar una vida normal, instituto, un amigo incondicional, sonrisas, hasta que sus padres decidieron separarse. Su vida cambió desde que se mudo a un lugar que solía recordar, pero sobre todo por aquel chico que lo miraba tímidamente...
Kang TaeHyun escribía cautelosamente esas palabras mientras que miraba de reojo su móvil, de donde provenía la información. Ya llevaba cerca de tres horas haciendo los deberes, pero ese tiempo no era suficiente para que todo quedará en orden y como a él le gusta.
Recibió una notificación, era el chat del club al que asistía dentro del instituto. Los ignoró al darse cuenta que eran mensajes tan innecesarios como recordar las horas de la práctica, se supone que todos deberían saberlo. Regresó toda su atención a la libreta entre sus manos. Nuevamente, el teléfono móvil volvió a sonar. Molesto por haber sido distraído, lo tomó y notó que era un número desconocido.
"Hola"
"Espero no te molestes..."
"Soy BeomGyu"
Suspiró y respondió confundido. Lo más seguro sería que HueningKai le haya dado su número telefónico.
—Tienes cara de querer matar a alguien —dijo JungMi votada en la cama vecina riendo un poco ante la expresión de TaeHyun.
Él la miró con confusión.
—De hecho... Estoy feliz —sonrió para coincidir con sus palabras. No mentía, al contrario, estaba contento.
Ella sonrió de vuelta y regreso a su pantalla donde miraba las publicaciones más recientes de sus amigos.
Dentro del móvil seguían llegando notificaciones, obviamente del mismo chico de hace unos momentos.
"Puedes... Quizás..."
"¿Quisieras ir conmigo mañana al instituto? Digo, caminando juntos, ya sabes"
"También puede ir HueningKai, es tierno"
TaeHyun apretó sus labios y miró por unos segundos los mensajes.
"De acuerdo"
Finalizó la conversación y también el día.
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Ya estaba el ahí, confundido por no saber que botón apretar. Miró todos, pero estaba muy molesto de no saber en que apartamento vivía TaeHyun.
Se balanceó sobre sus talones, hasta que oyó el ruido de la puerta principal, sonrió muy entusiasmado, hasta que notó que la persona que salió no era ni TaeHyun y mucho menos HueningKai.
Bufó.
El chico, que también llevaba el uniforme, lo miró de pies a cabeza. No, no le agradaba en lo absoluto, pero tampoco es que a BeomGyu le haya dado felicidad verlo. Después del chico, salió una joven. A pesar no conocer a Choi, lo saludó incluso con una reverencia que BeomGyu imitó.
Lo dejaron solo en la entrada al edificio, comenzó a frustrarse imaginando que Kang había partido sin él.
—Al menos diré que lo intenté —suspiró seguido de terminar de musitar.
Pensó en partir, pero de nueva cuenta, abrieron la puerta, y en esa ocasión, si eran los chicos a los que estaba esperando ansiosamente.
—¡Hola! —saludó con gritó lleno de euforia, incluso dio un pequeño brinco que asustó al menor de los presentes.
—Creo que HueningKai tendrá pesadillas está noche —expresó TaeHyun con humor. Kamal lo miró un poco molesto, después lo abrazó cálidamente.
Se dispusieron a caminar, después de un ligero debate sobre si era conveniente usar el autobús. Al final optaron por un no, a pesar de que BeomGyu se transportaba en el todos los días.
El trayecto fue ligero. La charla era tan aleatoria, no tenían algún tema específico del cual hablar, simplemente decían lo que viniera a su cabeza; como por ejemplo, que número de calzado usaban. Cuando por fin llegaron, los tres juntos se dirigieron al mismo lugar, el aula de TaeHyun y HueningKai.
—Fue agradable caminar con ustedes —manifestó BeomGyu mirando a los dos chicos parados en el umbral de la puerta con acceso al aula —. Creo que... Son lindos, sobre todo tú, TaeHyun.
Apresuradamente, BeomGyu mordió su lengua a forma de castigo por haber dicho algo que nunca tuvo que salir de su mente para expresarlo con sus palabras.
TaeHyun rió tímidamente, mientras que HueningKai comenzó a burlarse de las mejillas coloradas de su amigo más bajito de estatura y la espontaneidad del azabache.
Luego de una plática para despistar a sus menores, BeomGyu corrió directo a su aula con el corazón a mil por hora y dándose golpes en la cabeza. No estaba conforme, para nada, quería seguir con ellos, pero su torpeza lo hizo imposible. Una de las cosas que no quería, era que TaeHyun malinterpretará sus alagos, él solía ser meloso, pero no a todos les gustaba esa parte de su ser. Quería un nuevo amigo, no otro chico que confundiera todo y dejará de hablarle.
