20. Promesas.

466 119 43
                                    

—¡Sus ojos! ¡Los ojos nunca mienten! —insinuó el menor tratando de hacer entender a su amigo todo lo que pasaba frente a él.

TaeHyun bufó.

—¿Podemos hablar de esto más tarde? —señaló con sus ojos la puerta del apartamento donde vivía.

HueningKai asintió con una sonrisa traviesa, tenía a TaeHyun entre sus manos y felizmente estaba siendo sagaz con respecto a todo lo que proponía o informaba.

Después de una semana, incluso más vacía que la anterior puesto que BeomGyu solo daba la cara para dar los buenos días y eso solo una o dos veces. Cuando aquel día en la cafetería su estadía terminó, salió corriendo, como si quiera ocultar algo, parecía niño asustado y todo cambió, era momento para volver a cambiarlo.

JeongHo salió de apartamento con el ego más alto de lo que se debería, su forma de caminar y todo en él, lo decía. TaeHyun pensó que quizás escuchó la conversación, que por suerte, no incluyo nombres, ni pronombres. Él aún no conocía la posición de su familia. Cuando JungMi salió corriendo detrás de su hermano, los dos más pequeños salieron en camino al instituto.

No engañaré diciendo que fue un día de maravilla, porque los profesores y materias hacían que eso fuera imposible de decir. Al parecer lo único bueno sería el receso, o eso decía HueningKai que, en cuanto sonó la campana, salió corriendo al piso de arriba para encontrar a uno de sus nuevos amigos, uno más con quién en pocas ocasiones había tenido contacto.

TaeHyun decidió esperarlo en la cafetería, algo incómodo al pensar que tendría que pasar un receso con SooBin y probablemente estaría tan excluido de la conversación que tomaría una siesta sobre el hombro de HueningKai.

Caminó lentamente hasta obtener un lugar en una de las mesas más retiradas de la fila para comprar alimentos, que en su mayoría, eran las más pobladas y las que tenían que soportar más alboroto. Cruzó sus brazos sobre la mesa y se tiró sobre ellos, cerró sus ojos esperando desaparecer por un momento el ruido de su alrededor mientras esperaba que HueningKai volviera pronto con aquel chico de hoyuelos.

—Creo que deberías dormir en un lugar que nadie pueda verte... Solo por si llega algún profesor —aconsejó alguien con una voz muy temblorosa y en tono bajo.

TaeHyun se levantó con desagrado, parpadeó varias veces para recuperar la visión que se volvió borrosa con el movimiento.

—¿Por qué no me hablaste antes? —reclamó casi como si quisiera comenzar una pelea —. ¿Crees que es fácil desaparecer de repente? Te extrañé, BeomGyu tonto.

El azabache mordió sus labios emocionado.

—Siéntate conmigo —invitó con una sonrisa tierna —. Sí HueningKai puede traer a SooBin, entonces, yo te quiero aquí conmigo.

—¿SooBin? —inquirió antes de tomar lugar en un banco, justo a un lado de TaeHyun y mirarse mutuamente a los ojos.

—Solo he hablado con él un par de veces. No sé en que momento conoció a HueningKai, pero es un poco... —se detuvo a pensar un buen adjetivo — superficial, las pocas veces que he estado oyendo sus conversaciones, he notado que le gusta la buena vida y siempre cuida muy bien su apariencia. Supongo que debe tener una familia con mucho dinero y reputación.

—Quizás sea eso, pero probablemente no sea mala persona —un pequeño recuerdo llegó a su cabeza —. TaeHyun, ¿te refieres al chico alto que estaba contigo aquella vez que te encontré en el pasillo.

TaeHyun asintió.

—Uh, no lo conozco.

—Bien, ¿qué tal si dejamos de hablar de él y me dices por qué estuviste escondido por casi dos semanas? —cuestionó dominante.

—Eso... —suspiró — Solo olvídalo, no lo volveré a hacer. Pensé que no querías verme o estabas molesto.

TaeHyun expresó un semblante “ofendido”, a veces BeomGyu era extraño frente a sus ojos. Pensó que quizás ocultaba algo, esconderse de alguien a quien insistió tanto para tener contacto, debería tener una razón creíble.

—¿Crees que estaba molesto? —BeomGyu asintió —. Estás en un completo error, no tengo por que enojarme contigo. Promete que no pensarás más esas estupideces.

BeomGyu levantó su mano en señal de juramento: —Lo prometo.

—Entonces, ahora me hablaras más seguido y pasarás tiempo conmigo, ¿cierto?

Choi asintió muchas veces seguidas con la cabeza, estaba emocionado, solo necesitaba esas palabras porque desde hace tiempo había deseado hacerlo.

—¡Perfecto!

Pasaron unos segundos sin palabras, centraban su visión en otros lugares y no parecían estar incómodos con eso. BeomGyu tuvo una idea, la cual no iba a dejarlo tranquilo hasta que fuera concretada.

—TaeHyun —llamó y después se arrepintió en cuanto el mencionado lo miró con interés — Olvídalo.

—¿De nuevo? Oh no, Hyung. Debe haber una forma en la que pueda obligarlo a hablar —sonrió burlándose de la ingenuidad de BeomGyu. Sí algo debería tener claro, es que nunca podría ganarle a Kang TaeHyun en una discusión o conversación como esa.

—¡Llegamos! —anunció HueningKai con un grito.

SooBin y él se sentaron frente a TaeHyun y BeomGyu, el último sonrió con tranquilidad, ellos llegaron a salvarlo de una posible masacre.

—Bien —respondió TaeHyun.

—¿Nadie comprará algo? Necesito comida, a este paso, en unas horas podría morir de hambre —manifestó SooBin frotando su estómago con una mueca de tristeza.

HueningKai rápidamente se hizo notar y ambos corrieron hasta la fila que ya no tenía tantos estudiantes como antes.

BeomGyu intento salir corriendo por sí TaeHyun recordaba su conversación anterior, pero este mismo, lo detuvo tomando su mano.

—Hiciste una promesa, Hyung —reprochó Kang con un puchero ligeramente notorio.

—Mi promesa era no molestarme por tonterías.

—Ahora quiero que prometas que no vas a alejarte sin explicación —su mirada decía todo para BeomGyu, ese chico solo quería un poco de su cariño y él se estaba comportando como un idiota.

¿Lo que siempre quiso desde que lo vio era tenerlo cerca y darle felicidad?
Honestamente no parecía.

Sin siquiera pedir permiso se acercó  a TaeHyun y lo abrazó con fuerza. No esperaba correspondencia, tampoco ponerlo incómodo, solo quería transmitir sus sentimientos de alguna manera y las palabras nunca se han dado bien en él.

TaeHyun sonrió, ahora tendría una forma perfecta para hacer que BeomGyu cayera, de buena manera, claro.

From Your Roof | BeomHyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora