Me pongo como estúpida.

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En camino a la universidad, Marliece saca su celular, comienza a teclear y comenzamos a escuchar la canción sugar de maroon 5.

Nuestra universidad era la mejor del país, tenía un campus inmenso, un lago y todo su camino estaba rodeado de muchos arboles y flores, era como llegar a un paraíso, en fin tenía muchas áreas verdes.

Cuando llegamos, lo primero que hice fue buscar un parqueadero y estacionarme mientras Marliece arreglaba sus pestañas y cabello, cuando bajamos del auto lentamente mi mirada se desvío en unos ojos que ya conocía de memoria, eran esos ojos claros que me hacían fantasear y me llevaban a otro mundo, los ojos de James.

El caminaba normalmente mientras un grupo de chicas fastidiosas lo seguían, yo estaba parada como a unos 5 metros de el, desvío su mirada hacia mí y grito: -Eh Andrea, hola- Podría caer al piso en este momento, me estaba sonriendo y lo único que yo hacia era estar de pie sin decir nada, por que me ponía tan tonta? Las otras chicas me fulminaban con sus miradas y yo sentía que mis piernas temblorosas me harían caer. -Marliece me clavaba sus codos en mis costillas al parecer James ya se había ido.

-Andrea vamos a entrar o te vas a quedar ahí parada como si hubieses visto a un fantasma?

-Mmm... Lo siento, pero viste lo que acaba de pasar? James me pone como estúpida.

Marliece comenzó a reírse de mi y a jalarme del brazo. Entramos al aula temprano y como era de esperar James estaba rodeado de chicas, avancé a la ultima parte y en una esquina del aula estaba Bea y Alejandra, ellas eras mis amigas del colegio siempre fuimos tan unidas que ahora estamos juntas estudiando ingeniería.

Bea era una trigueña delgada, de cabello oscuro y súper ondulado, sus cejas eran gruesas, sus ojos eran grandes y negros, sus senos eran del porte de un limón y su trasero era como una tostada, aunque su personalidad era única, ella hablaba hasta por los codos, era una chica decidida a todo y actuaba siempre con actitud positiva, en cambio Alejandra era mas alta que Bea, ya se pueden dar cuenta que mis amigas eran cejonas porque Ale también lo era, yo era la única del grupo que no lo era, Ale tenia unas curvas peligrosas, sus piernas eran definidas y largas, sus ojos negros, su nariz es delgada, su cabello era negro y ondulado, siempre lo llevaba recojido con una liga formando una colita, ella era como yo, una persona tranquila un poco callada pero siempre estaba feliz ante cualquier situación.

Nos dirigimos a sentarnos junto a ellas,

-Hola Marliece y Andrea, las hemos estado esperando, queremos que se acabe el día e ir a comprar helados- comentó Bea.

-O querrás decir a observar a los chicos guapos de la heladería- hablaba Ale con una sonrisa.

-Bien, podremos hacer eso mientras Andrea reacciona y deja de pensar en James. - Fulmine con la mirada a Marliece y comencé a contarles lo que me había pasado, ellas me escuchaban y yo les repetía lo que siempre les decía cada mañana...

-Bea, Ale, me encanta James, ellas rieron y comentaron al mismo tiempo, como si ya lo hubiesen preparado, diciendo: Dinos algo que no sepamos.

Desde el primer semestre no estaba atraída por él, hasta que una profesora hizo que armaramos grupos para un taller, recuerdo que antes de conocerlo pensaba que era el típico chico arrogante y creído que vestía bien y tenia a todas las personas junto a él, pero no era así, era todo lo contrario, era amable, amigable, súper inteligente, tenia en su mirada algo, no sabría decir que es, pero me intrigaba mucho, como si tuviera algún secreto y su físico no me ayudaba mucho.

La profesora de métodos cuantitativos entro y automáticamente todos dejaron de hablar y a ubicarse en sus asientos, nos saludo e hizo lo de siempre, comenzar a hablar y a escribir como loca, juro que quería prestar atención pero sin querer regrese a ver a James que estaba escribiendo y atendiendo la clase.

Marliece me tiro un papel a la banca que decía: Deja de acosar a James, un chico me acaba de pedir una cita, me ayudas a sacar una excusa?

Yo: No, dile que si, aprovechas y te das tu primer beso.

Marliece: Ya, lo haría, pero el problema es que es muy raro y siempre tiene comida entre los dientes.

Yo: No importa, dile que si y besalo.

Estaba molestándola y ella se lo tomaba en serio.

Marliece: Como pretendes que lo bese? Y si cuando nos estamos besando me pasa un poco de su comida masticada???

Que asco!!! Me reí, Marliece era la amiga del drama.

Yo: No importa, no te vendría mal comer algo, deberías darle las gracias por ahorrarte la fase de masticar.

Marliece se puso sería y comenzó a mover la cabeza como una loca, con sus labios expresaba algo que no entendía, así que me lanzo el papel otra vez.

Marliece: En este momento te odio, chao.

Esta en su semana de menstruación, la entiendo.

Las clases terminaron y como era de esperar, nuestra querida profesora nos envió muchos deberes para este fin de semana, recoji mis cuadernos y los útiles que había utilizado, me dirigía para salir porque necesitaba con urgencia ir al baño dejando atrás a Bea, Ale, y Marliece.

-Andrea, espera necesito hablar contigo- era James que venía corriendo hacia mi.

Nota mental:
Por favor Marliece, Bea o Ale aparezcan a lado mio, creo que me haré pipí con solo escuchar mencionar mi nombre, afgsshnshsjsjskssjsjsgagahailw.

Por el amor a Dios Andrea dile algo, no te pongas estúpida esta vez!!!

-ehh, hola James, como estas?

-Todo bien, espero que tu también, te llamaba para preguntarte si podría ir este fin de semana a tu casa para hacer las tareas que nos acaban de enviar, cuando pensamos juntos hacemos bien las cosas, que dices?

Estaba soñando o estaba escuchando bien, James quería ir a mi casa? Qué le digo? Me esta sonriendo, siento que voy a desmayar...

-Andreaa... Me respondes algo? -Oh rayos! me esta hablando en serio!!!

-Si James, puedes pasar por mi casa a las 3:00pm el viernes. Le respondí con una sonrisa.

-Gracias, pasare a esa hora, nos vemos luego tengo cosas que hacer.

Me dio un beso en la mejilla y se despidió.

Andrea que fue eso? Me preguntó Bea, Pues al parecer ira a mi casa el viernes, le respondi.

Bea se quedo callada y no dijo nada, salimos de la universidad y nos dirigimos en mi auto a la heladería, comenzamos a cantar y a escuchar música mientras las personas de los otros carros nos observaban con miedo, conversamos de las cosas que queremos hacer en estas vacaciones y a los lugares que conoceremos.

La tarde se fue muy rápido y ya estaba sola en mi auto dirigiéndome hacia mi casa.

Un Amor Sin Limites. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora