"Escucha lo que siento
¿Lo sientes también?
Si no lo haces, lo que hago no tiene sentido
Dime, ¿lo sientes también?".
Johana Lewis tiene una vida exitosa. Una carrera artística impresionante, lujos, belleza y un prometido que es la envidia de todas...
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Capítulo 28
Liam
Hannah y Karol siguen despotricando en mi contra por haber besado a Johana al final de última escena y en contra de Johana por exigir que sea la toma usada. Ambas creen que ese no es el mejor método para dejar en evidencia nuestra relación, que lo que debemos hacer es dar un comunicado.
Lianna, Dan y JJ se están pasando el vídeo que acaba de grabar Dan de mi beso con Johana cuando estábamos en el escenario, el que ocurrió luego de filmar la toma. Leo, por su parte, está hablando con el director mientras analizan las tomas; de esa conversación escuché al director decir que la mejor fue la última. Yo estoy sentado lo más alejado posible de los tres grupos, no quiero involucrarme en ninguno porque francamente estoy cansado y quiero irme a dormir, aunque solo sean casi las 6 de la tarde.
Cierro los ojos un minuto y desconecto del ruido. Estás últimas dos semanas han sido agotadoras. Filmar el video, dar una que otra entrevista, sesiones de fotos para una que otra marca, sesiones de fotos para la imagen promocional del sencillo Escúchame y pare de contar.
Pero no ha sido todo malo. Johana y yo estamos en la etapa de luna de miel de nuestra relación y quiero que nunca se acabe. Sonrío recordando todas las noches que hemos pasado juntos, las comidas con los chicos, la bromas en grupo, lo bien que se llevan. Ninguna chica ha encajado tan bien antes como lo ha hecho ella. Me atrevo a decir que los chicos y Hannah también están un poco enamorados de ella.
Mi minuto de relajación llega a su fin cuando todas las conversaciones en la sala llegan a su fin abruptamente y se escucha a alguien correr.
Abro los ojos para ver a Oso, el jefe de seguridad de Johana, llegar hasta Karol agitado.
—¡Señorita Karol, tiene que venir conmigo!
—¿Qué pasa, Oso?
—Es Johana, la han atacado.
Me pongo de pie de un salto y en unos cuantos pasos llego hasta el hombre.
—¿Cómo que la han atacado? ¿Dónde está Johana? —increpo.
—Está en el auto... —informa el hombre, viendo de Karol hacia mí—, inconsciente.
—¡Inconsciente! —chilla Karol—. ¿Y qué hacen que no la han llevado a una clínica?
—Vine a buscarla para que usted nos acompañe.
—¡Vamos, pues!
El hombre y Karol empiezan a caminar hacia la salida, los sigo.
—Voy con ustedes —le informo a Karol al ponerme a su lado.
—No creo que...
—No vas a detenerme.
Karol no discute, gracias al cielo, y ambos corremos detrás de Oso.
Cuando llegamos al auto, otro guardaespaldas –no recuerdo su nombre–, está paseándose de un lado otro, desesperado. Al vernos, detiene su andar y suelta el aliento.
