Una ayuda al pasado

Capítulo 19

Tocó la puerta, la espera lo estaba matando. La perilla se movio, y una castaña de baja estatura, con una gran sonrisa burlona.

- ¿Qué haces aquí? Nadie te quiere aquí - bromeo riendo. - A la vieja le gustará que saber que regresaste.

- Cállate estúpida mocosa. - dijo el rubio entrando a la casa.

- ¿Quién él?

- Que mierda te importa. - contestó agarrando de la mano a Tadashi, dio dos pasos dentro de la casa y tomó aire: - ¡¡Viejo, Bruja estoy aquí!!

- ¡Oh! Hijo, bienvenido. - saludó el castaño mayor, sonriendo tiernamente, percatándose de la presencia del pelinegro, pero no dijo nada.

- ¡¿A quién llamas bruja, moco impertinente?! - Habló una voz a su costado, Mitsuki estaba saliendo del sotáno de la casa. - ¡Oh! Trajiste visita.

- Si, bueno, sobre eso..

- ¿Qué mierda hiciste ahora, Katsuki? - pregunto su madre enojada, pensando en cualquier barbaridad que su hijo pudo cometer.

- Vamos a la sala, por favor.

Mitsuki se sorprendió, era muy pocas las veces en que su querido Katsuki pedía algo de manera tranquila, aún así, hizo caso a la petición de su hijo. Se dirigieron todos a la sala, Katsuki suspiró, tomó aire, apretó fuertemente la mano de su hijo, y dijo:

- Este es Tadashi, mi hijo. - soltó, sintíendo como la carga de sus honbros disminuía un poco.

La cara de sus progenitores valían oro, estaban estupefactos. ¿Cómo que su hijo? Parecían casí de la misma edad.

- Un gusto conocerlos, de nuevo. - habló el pelinegro, susurrando lo último. - Soy Tadashi Kirishima.

- ¿Kirishima? Katsuki, esta es una de tus putas bromas ¿cierto? - interrogó la rubia mayor.

- Si fuera una puta broma no hubiera venido hasta aquí - contesto molesto Katsuki. - Además, no dejan siquiera que les explique.

Masaru calma a su esposa, y pidió a su hijo para que continuará de hablar. Katsuki explicaba como sucedio todo, lo que también sacó a relucir su relación de casi un año con Eijiro. Mitsuki no podía estar más feliz, ya sabía que, en el futuro, tendría tres hermosos nietos.

- ¿Y dónde esta Eijiro? - preguntó Masaru.

Katsuki se quedó en silencio. No sabía si decirles la verdad, que habia escapadado de su pareja por culpa de unos celos irrelevantes, o mentirles, diciendo que estaba ocupado y no podía venir.

- Masaru, querido, no preguntes eso. - pidió Katsuki, mirando el estado de su hijo. - Katsuki nos lo dirá más tarde.

- Hay algo más.

- ¿Hay más? - susurró la castaña. - Esto se va a poner bueno.

- Arianna, guarda silencio. - dijo Masaru, recibiendo un puchero de parte de su hija.

- Estoy embarazado. - susurró.

Silencio.

Un silencio bastante incómodo.

Un silencio que fue roto gracias al grito que soltó Mitsuki. Un grito que, probablemente, toda la cuadra se había enterado de lo que pasaba en la casa.

- ¡Voy a ser abuela!

Masaru sonrió. También le agradaba la idea, pero no lo exterioraría en demansía como su esposa.

(...)

Bakusquad

Kirishima:
¿Chicos saben dónde está Katsuki?
6:30pm.