Capítulo 30

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Las risas abundaban en la habitación, junto a uno que otra broma entre Denki, Connie y Mina, también estaban Abe Dai y Shiori ahí, tomados de las manos ¿Por qué? No iban a preguntar, no por ahora. El rubio cenizo se encontraba en un rincón de la cama, apoyándose en la pared donde se encontraban uno que otro posters del héroe favorito de su pareja.

Parece un niño. Pensó, recordando como él era igual cuando era niño. Sonrío vagamente. Regresó su mirada a su grupo, ahora, extenso de amigos. Mina recargando todo su cuerpo sobre Connie, quién se quejaba por el peso de la pelirosada. Mientras Dai le daba ánimos a Ashido para continuar con su cometido y Shiori recargaba su cabeza en el hombro de Dai. Denki sonriendo bobamente soltando pequeñas chispas eléctricas en medio de las piernas de Sero, quien tomaba cerveza junto a Eijiro y Satoru, Yuu se había arrinconado a un costado junto a Azula y Himitsuko tomando gaseosa para poder vigilar a los posibles borrachos que tendrían minutos después. Tadashi reía junto a Kaminari, jugando a las palmadas mientras el rubio trataba de mantenerse sobrio.

Katsuki abrazó sus piernas, cosa que le causo un ligero dolor en su vientre, no debió hacer eso. Estiro sus piernas, suspirando, bebió un poco del jugo de mora que tenía en su vaso de plástico. Se sentía fuera de lugar, era él único que no estaba en grupo ni tomaba nada, totalmente desencajando en el grupo.

Recordaba esas palabras hirientes que decían los extras por su manera de ser, pero aún así, seguía aquí. En la UA aunque la haya cagado embarazándose en su primer año. Totalmente idiota. Podría abortar, esa era una buena opción, pero no era esa clase de persona que le quitaría la vida a un ser que todavía no nace. No, claro que no haría eso. Sería una persona responsable y se encargaría de ese bebé. Ya había estado pensando en que nombre le pondría a su hijo o hija, su intuición de madre, cosa que no diría en voz alta, le decía que sería una mujer, una bella mujercita. Akira sería un buen nombre, era unisex, pero no le convencía del todo. Aneko era otro, después de todo sería la mayor, pero no le gustaría que la trataran como si fuera un gato debido a una parte de su nombre, totalmente descartado. ¿Kaede? No, significa árbol y no quiere otro Deku en su casa. Totalmente descartado. Oyuki, puede ser, si es que nace en invierno, es, obviamente, una reina para Katsuki. Aunque esa decisión la tiene que tomar con Eijiro.

Volvió a mirar a su pareja, este reía y sonreía como siempre lo hacía, alargando las palabras cada que hablaba por estar en medio de la cordura y la ebriedad. Rio. A veces, muchas veces, su pareja lograba hacerlo sentir cómodo cuando se sentía incómodo. Y volteo su mirada, ahora era Eijiro quien lo miraba. Se sonrojo. ¿Por qué? ¿Era por esa intensa mirada que le mandaba o por qué sus músculos se marcaban a través de esa camiseta que ahora tenía una mancha que, probablemente, sería difícil de sacar? No lo sabía, necesitaba saberlo.

- Baku-love, ¿estás bien? - preguntó el pelirrojo, acercándose al rubio cenizo. - Estás rojo.

- No es nada. - contestó mirando a otro lado. - Cámbiate tu camiseta, idiota.

- Tienes razón, perdón. - dijo sonriendo. - Voy a cambiarme ahora mismo.

- Acá no, idiota. - frunció el ceño. - Ve al baño.

Eijiro asintió.

Tomó una camiseta negra que compró alguna vez con Katsuki, antes de convertirse en pareja. Pidió disculpas y se metió al cuarto de baño de su habitación, siendo seguido de Katsuki, quien disimuladamente lo siguió.

- Katsuki ¿Qué haces aquí? - ¿Katsuki? ¿Por qué no le decía Baku-love?

- Quería pasar un minutos contigo, pero como no quieres me voy. - dijo, acercándose a la puerta apretando sus puños. 

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