Capítulo 21

1.8K 192 32
                                    

Fue una noche agradable, una realmente agradable.

O al menos ese era el pensamiento de Eijiro, él realmente había disfrutado pasar esa noche en casa de Katsuki, aunque mañana estuviera muerto por culpa de Aizawa.

- Madre, en serio, no hay necesitad. - dijo Eijiro, aún avergonzado, le avergonzaba decirle así a Mitsuki. - Puedo ir a casa o regresar a los dormitorios.

- Eijiro, no es una molestia para mi que te quedes a dormir. - dijo, ya algo más molesta, Mitsuki.

- Sólo acepta y ya. - dijo Katsuki, frunciendo el ceño al hacerse una idea del por que su pareja se quería ir. - ¿O de verdad tienes que regresar a un motel de mala muerte?

- ¡Oh, vamos! Ya hablamos de eso Katsuki. - habló el pelirrojo, ya un poco cansado de estar peleando por algo que, según él, ya lo tenían claro. - No pasó nada.

Katsuki bufó.

- ¿Motel? ¿'No paso nada'? ¿De qué hablan? - dijo Mitsuki, con un pequeño tic en el ojo derecho.

- No es nada, madre. - contestó rápidamente el pelirrojo. - Sólo es otro ataque de celos de Katsuki.

- ¿Ataque de celos? ¡Já! - rio burlonamente el rubio cenizo. - Jódete, ¿quieres? - mostró su dedo corazón, más enojado que antes. - Puedes quedarte con esa enana de mierda, si quieres.

Mitsuki presenció como su hijo regresaba a su habitación, molesto y triste, y como Eijiro, su yerno, iba detrás de él diciendo que pararán de hablar de un tema sin importancia.

¿Qué había sucedido con esos dos? Pensó Mitsuki, siendo abrazada por su esposo, quien también presencio la escena de la joven pareja.

Por otra parte, en la planta superior de la casa, una pareja joven, discutía sobre el mismo tema que los separo esta mañana.

- Baku-love, cálmate.

- ¡Cállate! ¡No me llames así! - grito enojado, llorando de impotencia. - Si no me quieres sólo dilo..

- ¿Qué?

- Creo que deberíamos termi...

- ¡Te prohibo decir eso! - alzó la voz Eijiro, mirando el suelo. No lo aceptaría. ¡Claro que no! - Katsuki Bakugou, te prohibo que digas esa palabra. - Katsuki calló. - No sé que impresión tuviste de Himitsuko, pero te equivocas. Ella es como mi hermana menor, nunca, jámas, se me pasaría por la cabeza tener algo con ella. Es una de las personas más importantes en mi vida, como Mina, Tadashi, tú y nuestro bebé. - dijo refiriéndose al pequeño embrión en el vientre de su pareja. - Cuando.. - respiro. - Cuando empezaron a salir, me preguntaste si me arrepentiría de salir contigo. ¿Recuerdas que te conteste? - no recibió respuesta, sabía que Katsuki lo recordaba perfectamente. - Te dije, y lo volveré a repetir un millón de veces, que lo último que haría en mi vida sería arrepentirme de salir contigo. - Eijiro lo miró, sonrió ligeramente. - ¿Alguna vez te conté el porque me gustas?

- ...No.

- Me gustas por ser tú. - contestó sin más. - No voy a enumerar ninguno de los motivos, esa sería una lista que jámas acabaría. Sólo me gustas. Me enamoré de ti, con todo y defectos. Es por eso que en ningún momento dude en dejarte.

- ...te. - murmurró el rubio, cabizbajo, se sentía culpable.

- ¿Cómo?

- Dije: Quédate.

Eijiro asintió. Se acercó y beso los labios de su querido Katsuki. Esos labios con los que una vez soño probar y ahora lo hacía con toda la libertad del mundo. Se separaron, más por la necesidad de respirar que por querer hacerlo. El rostro sonrojado de Katsuki, sus labios, un tanto inchados, levemente abiertos, sus ojos entre abiertos; era la hermosa vista que presenciaba Eijiro.

Una ayuda al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora