Capítulo 34

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¿Por qué mierda acepté esto? Se preguntaba Katsuki mientras esperaba en la sala de espera, valga la redundancia, de esa pequeña clínica en la que los chiflados con los que estaba querían hacerle la ecografía.

- Bakugou, Katsuki Bakugou. - anunciaron a lo lejos, era una enfermera, una que tenía una mirada muy apática. 

- ¡Aquí! - gritó imperactivamente la pelirosa. - Bakugou vamos.

- No sé porque mierda vine con ustedes.

- Porque nosotras tenemos que saber que va a ser. - contestó Azula sonriendo levemente. - Después de todo vamos a ser nosotras quienes hagamos la fiesta.

- Esa jodida fiesta es para ganarle una apuesta a Eijiro. - contesto Katsuki entrando al consultorio.

- Recuéstese en la camilla. - ordenó la obstetra colocándose unis guantes de latéx azules.

- ¿Por qué tendría que-

- Vamos Tsuki, sólo hazlo. - dijo Connie ayudando a Katsuki a sentarse en la camilla. - No reclames nada.

El rubio frunció el ceño cerrando los ojos.

- ¿No va a ver a su bebé? - preguntó la enfermera al ver como Katsuki se tapaba los ojos.

- No tiene que saber el sexo de su bebé. - contestó Ashido sonriendo. - Vamos a hacerle una fiesta de revelación de sexo.

- Puede verlo, yo puedo escoger que zona del bebé se vea. - dijo la doctora. - Puede verlo, no se preocupe.

Katsuki miro el gran monitor frente a él, donde aparecía el pequeño feto, quien se movía. Unas lágrimas corrieron por sus mejillas y una pequeña sonrisa se posó en sus labios.

- ¡Ay, no! - exclamaron las gemelas al ver como el bebé se movía dejando ver sus genitales. Katsuki cerró los ojos rápidamente y la obstetra rio.

- Tranquilas, ya pasó. - comentó la doctora. - ¿Lograron ver?

- Si.. - murmurró Connie sin tener la mínima idea de lo que había sucedido.

- Esas idiotas no han visto nada. - contestó Katsuki en lugar de las chicas. - Denle un puto papel donde indique su sexo porque sino son capaces de gritar de que sexo es.

- Pero Tsuki..

- Calla, caño de agua. - dijo frunciendo el ceño. - Las conozco por eso digo eso.

(...)

Y las preparaciones comenzaron, desde encontrar un lugar espectacular que este a la altura de Katsuki; hasta las decoraciones entre azul, morado y rosa. Colores escogidos por Azula, tratando de dispersar la cantidad de globos rosados que estaban en el salón.

- Daidai, ¿cómo están llendo las cosas para la fiesta de revelación de sexo? - pregunto una peliazul de manera tierna. El nombrado alzó una ceja en señal de confusión. - ¿Qué? ¿Acaso no puedo saber?

- Shiori, sabes que es secreto. - contestó. - Yo que ayudo a realizar los preparativos no conozco que sexo tendrá el bebé.

- Diablos. - murmuró Shiori, sin llegar a ser escuchada. Sonrió. - ¡Esta bien! Esperaré el día con ansias.

Empezó a caminar, frunciendo el ceño y agachando un poco su cabeza. Sacó su celular del pequeño bolsillo oculto de su falda, buscando entre sus contactos el nombre de una rubia que compartía la misma locura que ella.

Toga ♡

Deslizó el nombre a la derecha, llamando, automáticamente, a la rubia.

- Shiori-chan. - dijo apenas contestar. - ¿Cuánto tiempo?

- Demasiado. - contestó con una risita. - ¿Estás con mister destrucción?

- Justo acaba de entrar. - anunció. - Shigaraki-kun, Shiori esta en el telefono.

- ¿Qué averiguaste?

- En tres días van a realizar la fiesta de revelación de sexo y un mes después nace la mocosa. - contestó seria, mirando a sus costado, evitando que alguien la viera.

- ¿La?

- Es una niña, ya lo comprobé.

- Bien hecho.

- No me felicite que me sonrojo. - contesto riendo. - Dile a Touya que este listo, tendremos una fiesta dentro de tres días. - Y colgó.

Sonrió amoliamente, mirando a través de la ventana gigante de los pasillos de la UA. Una de sus compañeras pasaron a su costado, las miró con odio. Odiaba que la vieran inferior sólo porque ella no pudo ingresar al salón de héroes. Sintió un pequeño líquido metálico caer por su labio inferior, con su pulgar se limpió el rastro de sangre que empezó a frotar por haberse estado mordiendo el labio. Paso su pulgar por sus labios, lamiendo gatunamente su pulgar derecho. Sus ojos se abrieron y cerraron, adoraba el sabor a sangre, quizás por eso es que Himiko había aceptado salir con ella, aunque eran de bandos distintos. Realmente no. Eran del mismo bando, sólo que ella era una infiltrada que tenía la suerte de no ser descubierta.

Tenía que esperar que los días pasaran lo más rápido posible para poder estar en una fiesta de su agrado. Solo unos días.

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¡Hey! ¡Hola mis goticas de colores!

¿Cómo estáis?

Yo estoy mucho mejor que antes, ¡Ya puedo escribir!

Se que el capítulo es corto pero tengo que dejarlo así para darle suspenso Wuajajajaja.

Eso es todo.

Hasta la próxima.

Bye, bye.

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