Capítulo 25

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- Kirishima, abre. - susurró. Ya había estado un buen rato tocando la puerta desesperadamente sin recibir respuesta alguna. - Eijiro..

Mina lo miró con meláncolia. Se había quedado viendo como por diez minutos como su bruto amigo tocaba la puerta de su mejor amigo.

- ¿Bakugou?

- Alien. - dijo el rubio, mirando a la pelirosa.

Silencio.

Uno demasiado incómodo.

- ¿Se han peleado? - pregunto Ashido, tratando de  calmar la tensión del aire.

- No. Si. No sé. - contestó irritado, realmente no sabía lo que estaba pasando. - Yo.. no lo sé.

Mil y un dudas atravesaban su cabeza. ¿Realmente había hecho algo malo? Si, si lo había hecho. El comportamiento aislativo de Eijiro era igual que el suyo cuando estuvo celoso de Himitsuko. Esperen un segundo.

¿Él esta celoso? Pensó, riendo ante tal descubrimiento.

Mina lo miró extrañada, ¿por qué había empezado a reír.

- Ese idiota.. - mumurró con una sonrisa ladina. - Alien. - se dirigió a Ashido, quien alzó una ceja. - Hecha tu ácido aquí.

- ¿Estás loco? - preguntó, al ver donde señalaba el dedo índice de Katsuki.

- Tú sólo hazlo.

Mina, dudosa, hizo caso a la petición, o más bien, orden de Bakugou. De sus manos salieron una viscosidad lo suficientemente ácida como para deshacer la perilla de la habitación de Eijiro. Katsuki agradeció con los ojos y entró ráapidamente a la habitación de su amado.

- ¿Eijiro?

- ¿Qué haces aquí? - preguntó con una voz apagada y seca. Un escalofrío recorrió la espalda del rubio cenizo. - ¿No estabas tan ocupado con tu amiguito?

- Estaba peleando con ese idiota. - se excusó, caminando hasta llegar a la cama del pelirrojo.

- Puedes seguir 'peleando' con él, no me importa. - comentó Eijiro, dándose vuelta en la cama, mirando fijamente su pared con varios poster's de su héroe favorito.

- Él no es importante, tú sí. - confesó, acariciando los cabellos llenos de gel de su pareja.

Eijiro no dijo nada. Dejó que su pareja hiciera y deshaciera sus mechones de cabello con gel a su gusto, estaba siendo mimando, indirectamente, por su pareja. Amo esa acción.

- Soy un idiota, ¿me perdonas?

- Eres un idiota. - sentenció. - Igual que yo. Por eso estamos juntos ¿no?

- Estúpido. - susurró Katsuki. - Estamos juntos porque te amo.

- Y yo a ti.

(...)

Tras escuchar el regaño gigantesco de por parte de su madre, y haber rogado una semana de inasistencia a Aizawa para Eijiro, se dirigieron a la casa de los Bakugou's. Estando a dos cuadras de su casa, se encontraron con los ruidos y escándolosos amigos de la infancia de Katsuki, quienes se excusaron diciendo que Mitsuki les había invitado.

La cara descuadrada de Bakugou se hizo presente al ver una camioneta blanca estacionada frente a su casa. Azula y Connie rieron ante eso, ellas sabían y conocían a la dueña de esa camioneta.

- ¿Estás bien, Tsuki? - preguntó burlonamente la peliplata. - Estás pálido, más de lo normal.

- Cállate.

Una ayuda al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora