Capítulo 29

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La caminata resultaba tranquila y satisfactoria, y hubiera continuado así de no ser por los gritos de un chico que salía de un supermarket, Eijiro lo ignoraría, como normalmente hace, pero esos gritos únicos solo eran capaces de salir de la boca de su eléctrico rubio amigo.

- Ni se te ocurra acercárteles. - advirtió Katsuki, haciendo presión en la mano de su pareja. - No quiero que estén molestando.

- Pero..

- No quiero oír nada más.

Katsuki empezó a caminar, pensando que ambos pelinegros lo seguirían, cosa que no era así. Tadashi y Eijiro se dirigieron hacía el rubio eléctrico, quién hacía escandalo debido a que Kaminari había tomado una Monster.

- ¡Hey! ¡Bro! - llamó Eijiro sonriendo, ganándose la atención de su amigo y la pareja de este.

- ¡Kiribro! ¿Convenciste a tu rubia? - pregunto soltando pequeñas chispas. - Sero esta todavía adentro, esta buscando yo que sé.

- ¿Qué bebiste para estar así? - pregunto Tadashi aguantando la risa.

- Tome una Monster Energy Ultra Citron. - contestó saltando. - Esta súper.

- ¿Cuántas de esas tomaste?

- Unas dos o tres. - contestó con un pequeño tic en su ojo derecho. - ¿Por qué?

- No, por nada.

Y siguieron hablando, ignorando por completo la ausencia de Katsuki. Quien comenzaba a frotar sus brazos soltando pequeñas explosiones para poder calentarse.

- Maldito Kirishima. - maldijo abrazando un poco su vientre. - Si tanto le importa ese pikachu puede quedarse con él.

- No me digas que te peleaste otra vez con Kiribebé. - comento una voz detrás de Katsuki poniéndolo alerta.

- ¿Quién eres?

- Somos cariños, somos. - recalcó otra voz femenina. - Somos tus incondicionales amigas.

- ¡Agh! Mierda. - maldijo. - ¿Es en serio? Habiendo un montón de personas en el mundo, tenéis que ser vosotras las que me encontráis.

- Pero Tsuki no es para que te molestes. - contestó la pelirroja sonriendo. - Estamos evitando de que a Kiribebé le de un paro cardiaco.

- ¿Por qué tendría que pasarle eso a Eijiro?

- Porque es un esposo sobreprotector que también es paranoico y quiere abandonar la escuela para poder pasar todo el día contigo. - contestó la peliplata de una manera graciosa. - ¿A qué es verdad coquicoqui?

- Claro que si, Zuzu.

- Dejen sus apodos cursis para luego. - comentó el rubio cenizo sacando la lengua. -  Me largo de aquí.

- Tsuki no nos dejes - exclamaron las gemelas siguiendo al rubio.

(...)

- ¡¡No vuelvas a hacer algo así!! - grito el pelirrojo agarrando los hombros de Katsuki, asustado. - ¿Sabes lo preocupado que estabas? Pensé que algo te había pasado, o al bebé. 

- Déjate de dramas. - dijo Katsuki avergonzado, restando importancia a los gritos desesperados de su pareja. - Además no me hubiera pasado algo, me se proteger y estaba con las copias dobles.

- Tsuki no digas eso. - reclamó Connie.

- Tenemos sentimientos ¿sabes? - completó de decir Azula.

- No me interesa nada de que lo que ustedes sientan. - dijo Katsuki apretando las mejillas de Eijiro. - Sólo me interesa mi piedra roja.

- No sé si sentirme ofendido o alagado. - comentó el pelirrojo sonriendo.

Una ayuda al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora