Capítulo 32

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- Baku-love. - susurró el pelirrojo al oído del rubio cenizo, acariciando su vientre. - Es hora de levantarse.

- No quiero. - murmuró el rubio aferrándose al polo de su pareja. 

- Baku-love yo tengo que ir a clases.

- Es cierto. - concordó Katsuki, separándose de su pareja. - Ve a bañarte y luego a clases.

Eijiro rio. Adoraba que su Katsuki, al despertar, perdiera la noción del tiempo.

- ¿De qué te ríes, idiota?

- Amor, ¿por qué crees que hicimos la pijamada?

- ¿Te crees muy gracioso no? - frunció el ceño golpeando levemente el abdomen de su pareja. - Me levantas absurdamente.

- Baku-love es casi medio día. 

- ¿Qué? No me jodas.

- Tadashi se ha levantado unas horas antes, esta ahora con Connie y Zuzu, junto a los demás. - contestó abrazándolo. - ¿Quieres levantarte?

- Obvio que si, idiota. Es casi medio día.

Katsuki obligó a que Kirishima lo soltará y tras hacerlo, empezó a cambiarse colocándose una polera de Eijiro color rosa pastel y unos shorts que tenía en la mochila que trajo con Tadashi. Ambos salieron de la habitación, Eijiro solamente con unos pantalones azules con franjas blancas a los costados, dejando al descubierto su abdomen. 

- ¡Buenos días! - saludo alegremente Eijiro sonriente, ddespeinando a su hijo y abrazando a su mejor amiga. 

- Hola perezosos. - dijo la teñida de rojo sonriente. - Tsuki ¿tienes hambre? Reiji trajo bolillos de carne con salsa de soja.

- ¿Dónde están? - preguntó el rubio con un ligero brillo en sus ojos. 

- En el cajón de abajo, lo escondí de Satoru. - contestó. - Además que Yuu esta celoso.

- ¿Todavía no se ha declarado? 

- No, le teme al éxito.

- Quien no tendría miedo y sabemos que Reiji quiere a.. - empezó a hablar el otro rubio, siendo detenido por la peliroja

- Cállate idiota.

- ¿Por qué lo callas? - preguntó el pelirrojo. 

- Déjalos son idiotas. - dijo Katsuki sabiendo perfectamente lo que Matsuo iba a decir, no era algo que beneficiará a su relación con Eijiro.

Abrió el cajón que había indicado la tetera andante, como él la llamaba, encontrando con un bento con esos bolillos de carne que le encantaban, todavía no sabía como lograba darles un sabor único. Empezó a comer, mirando como del demás de la sala eran interrogados por la pelirosa y el pelirrojo, queriendo saber que era lo que Satoru Matsuo iba a decir. Los chicos estaban dispuestos a morir sin decir palabra, no iba a arruinar tan hermosa relación con un ligero rumor que no confirmaba nada, pero posiblemente eso no era lo que pensaría Eijiro Kirishima.

Gracias, idiotas. Pensó, realmente agradecía a esos cabeza hueca por no decir nada y salvar su relación con la única persona que soporta su horrible actitud y personalidad.

Todavía no entendía como es que un chico como Eijiro se había enamorado de alguien como él. Era algo absurdo. A pesar de haberle preguntado seguía sin entender como es que se había enamorado de él. ¿Por qué? 

Empezó a divagar en su mente, recordando esa vez donde, cuando aún casi nadie sabía de su relación, pregunto si lo seguiría amando a pesar de cualquier cosa y la hermosa manera en que el pelirrojo le había contestado.

Una ayuda al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora