Jujutsu Kaisen - Taiyo to Tsuki

Capitulo 13

Satoru.

Estaba haciendo papeleo en mi oficina cuando estrepitosamente golpean mi puerta como locos. Di un salto como de dos metros por el susto que me dio, una vena en mi frente a pareció de golpe y me levanté rápidamente para encarar a la persona de esos insoportables golpes.

- ¡¿QUE DEMONIOS QUIEREN?! – grité a todo pulmón encontrándome con la cara de Yaga. – Oh. Lo siento.

- No te digo nada porque no es el momento. – su tono estaba mas serio de lo normal. – Satoru, hay un informe de que una gran cantidad de maldiciones aparecieron en el aeropuerto de Tokio.

- De acuerdo. ¿Y que tiene que ver eso conmigo? – pregunte indiferente cruzándome de brazos.

- Se dicen que vieron a un hombre de pelo oscuro con un traje tradicional en el área. ¿Debes saber de quien se trata?

- Geto. – dije frío.

- Exacto. Y no solo eso. Nuestros informantes nos comentaron que vieron a una mujer batallando contra las maldiciones. ¿Quién crees que debería llegar este año?

Sentí como un viento helado chocaba con mi rostro. No podía creer que ella haya llegado sin avisar y que más encima se encontrara con el regalo de verse con Geto.

Miré fijamente a Yaga para que se diera cuenta de lo que estaba a punto de hacer.

- Esta en el lobby principal. Será mejor que te apresures, ya que activo su maldición. Y sabes muy bien que es lo que le ocurre si utiliza mucho su poder.

- Tuviste que haberme lo dicho antes ¡Joder! – salí corriendo del lugar hasta que me teletransporté hasta llegar lo más cercano al aeropuerto.

Miré al fondo y pude divisar el lugar del ataque. Se podían oír los gritos hasta kilómetros de distancia. Aceleré el paso hasta llegar a la entrada principal del aeropuerto, podía ver como la gente estaba vuelta loca por la conmoción, no había barrera que protegiera el lugar, lo que dificultaba la situación aún más.

Ignoré a las personas y me adentré lo más rápido posible hasta encontrarme con una escena donde las maldiciones estaban por todos lados.

- ¡Mierda! ¡están por todos lados!

Empecé a aniquilar algunas maldiciones, las cuales noté que eran super débiles. Nivel 4 o 3 como mucho, pero la cantidad de ellos eran insoportable.

Mientras luchaba con ellas y lanzaba a lo lejos algunas personas para que no se acercaran al lugar, sentí como una presión invadía el lugar. Me detuve en seco y dirigí mi vista a donde provenía tal fuerza. Haruka.

Estaba con su cabello bicolor y con un gesto de concentración. Estaba mucho más alta e incluso su pelo era más largo, ya no tenía la apariencia de la mocosa mal educada de hace años atrás. Era toda una mujer.

Trague saliva y cuando iba a dirigirme donde ella, una presión se sintió de golpe haciendo que todas las maldiciones cayeran al suelo. Era como si tuvieras cargando una montaña en toda la espalda, era algo super incomodo y molesto. Por suerte no me caí y podía mantenerme en pie.

"¡Pero que carajos! ¿Acaso es una técnica nueva que aprendió allá? Parece que las maldiciones son las más afectadas, pero... ¡¿Por qué siento como si llevara una roca gigante en la espalda?!" – reflexionaba.

Aproveché de matar a todas las maldiciones que podía y podía notar que la presión en el ambiente se hacía mas pesado. Era obvio que ella estaba utilizando más poder maldito para mantener esta técnica.