Capitulo 34

1.1K 113 35
                                    

Satoru

Me llevé a Haruka en brazos a su habitación, habitación que está prácticamente al lado de la mía. Obvio, no iba a permitir que estuviera lejos de mi sobre todo ahora que sé aquello.

"¿En verdad ella y yo somos... parientes?" – pensaba mientras caminaba hacía el cuarto.

Abrí como pude la puerta, me saqué los zapatos y con el pie cerré la puerta. Me encaminé hasta la primera puerta a la derecha y me encontré con el dormitorio de Haruka. La acosté suavemente y la tapé con las sabanas para que finalmente me enderezara y me la quedara contemplando.

Su cabello ahora era mucho más largo, lo tenía más allá de la cintura casi llegando a la cadera; su rostro ahora era mas alargado y femenino, ya no era el rostro de una niña como la última vez que la vi con más detalle; sus ojos, aunque estuvieran cerrados eran ahora mucho mas pequeños o eso creía; su piel tenía más cicatrices, pero eso no me importaba, aún tiene ese color como leche con un toque de café que me gusta.

"Me gusta." – decía en mi mente.

Mi corazón empezó a latir mil por horas al pensar en esas palabras y era algo que no estaba acostumbrado. Me toqué el pecho y apreté mi chaqueta con mi mano.

- ¿Es correcto sentir esto? – susurré lo más despacio para no despertar a Haruka. – Ósea, ahora que sé que somos... cercanos. ¿Está bien sentir esto por ti? – boté aire y me rasqué la cabeza como loco.

- Será mejor que descanses y espero que no me mates cuando despiertes. - reí.

Cerré la puerta despacio y salí de la habitación para caminar hacía el patio del colegio. Mientras caminaba pude sentir una presencia cerca, caminé hasta llegar donde la sensación se hacía más fuerte topándome con el "amigo" de Haruka. Estaba de pie apoyando su frente en un árbol, con los puños bien apretados y con una mueca de enfado. No solo eso me llamó la atención si no el aura que lo rodeaba, su energía maldita estaba descontrolada como si intentara mantenerla tranquila con mucho esfuerzo.

- ¿Por qué su energía maldita esta actuando de esa forma? – hablé despacio para que no notara mi presencia.

Luego de unos segundos se despegó del árbol para que finalmente de un golpe dejara una gran grieta en él. Estaba jadeando fuertemente y sudando, lo podía notar desde la distancia en que me encontraba. Sin esperar más me dirigí donde él.

- Pobre árbol. Él no tenía la culpa de tus problemas. ¿Sabes? – le hablé de forma animosa, pero en el fondo quería ver su reacción al verme.

- ¿Qué es lo que quieres? – me habló de una forma tan pesada que solo me hizo odiarlo más.

- ¿Esa es la forma de hablarle a tu senpai? Parece que en Estados Unidos no les tienen respeto a sus mayores. – me acerqué hasta que quedamos frente a frente. – No sé que es lo que tramas con quedarte más tiempo aquí en Japón, pero estoy seguro de que no es por Haruka.

- ¿Qué sabes tu asshole? – se me acercó más hasta que casi nuestras narices se tocaban. - Haruka es alguien muy importante para mí, al tal punto que daría mi vida por ella.

- ¿En serio? – arqueé una ceja. - ¿Con la fuerza que tienes? No creo que seas capaz de protegerla, aunque quieras. ¡Oh! – di un aplauso haciendo que este se alejará un poco de mí. - ¿Por qué no peleamos para ver que tan fuerte eres? Si veo que eres lo suficiente para darme un golpe, aceptaré que eres capaz de protegerla. Pero si no... TE LARGAS. – destaqué lo último, aunque estuviera usando un tono amistoso.

- Tú realmente me quieres lejos de Haruka. ¿No? – me miro con furia.

- Sip. No me gusta tu presencia. Emanas una hipocresía hasta kilómetros.

Jujutsu Kaisen - Taiyo to TsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora