Jujutsu Kaisen - Taiyo to Tsuki

Capitulo 31

Yuta

- Gojo-sensei perdón por lo que voy a preguntar, pero... ¿Le gusta Haruka-san?

Al decir esas palabras mi profesor se detuvo de golpe, supe de inmediato que no tenía que haber dicho esas palabras. Así tragué en seco y esperé un regaño o algo peor, pero en vez de eso solo obtuve una acaricia en el cabello. Levanté mi visión y pude observar a mi maestro sonriéndome, hasta se rio un poco lo cual me extrañó bastante.

- ¿De qué estás hablando Yuta-kun?

- ¿A caso no le gusta Gushiken-san? – volví a preguntar por inercia y solo me di un golpe mental por lo estúpido que podía llegar a ser.

- No. – dijo en seco.

Para mi esa palabra sonar lo más frío que podían llegar a ser, dándome a entender que era mejor no meterme en ese asunto. Suspiré cansado y bajé los ojos.

- Lo siento.

- ¿Por qué te disculpas? – inclinó la cabeza hacía un lado.

- Porque volví a preguntar algo que no debía.

- Sí, es verdad. No debiste. – me habló en tono animado, pero sabía que era una advertencia. - Aunque me urge saber el motivo de tu pregunta. Acaso... ¿te gusta a ti?

Eso si que no me lo esperaba, levanté mi cabeza y pude sentir una mirada penetrante a través de la venda que estaba usando mi profesor. Empecé a sudar como loco e incluso estaba seguro de que me estaban temblando las manos.

- ¡C-claro que no sensei!

- ¿En serio? – canturreo de forma burlesca. No sabía como tomarme sus palabras en estos momentos. – Algo me dice que si te atrajo un poco. ¿Pero te digo algo Yuta-kun? – se me acercó a mi rostro de forma peligrosa. – Será mejor que mires a otro lado si no quieres que "cierta persona" que esta muy unida a ti te cause problemas. O peor, quiera hacerle algo a Haruka y te lo digo Yuta-kun... no te gustaría verme enojado.

Gojo-senseise alejó rápidamente de mi rostro y siguió su camino donde la sala de clase, oeso creo.

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A las afueras del colegio específicamente en el bosque que rodea del establecimiento, se encontraba una castaña acompañada de un azabache, los cuales se encontraban apoyados en uno de los tantos troncos de los grandes árboles que se encuentran en la zona.

A simple vista, la muchacha se encontraba en las nubes, mirando un punto fijo sin siquiera pestañar una sola vez causando que su acompañante se sintiera preocupado e incluso nervioso. Quiso decir algo el hombre, pero se abstuvo de hacerlo y solo bajo la mirada con un poco de tristeza. Quería decirle algo hace mucho tiempo a su amiga, en los tiempos que eran compañeros de clases y de misiones, pero temía la respuesta de su acompañante.

- Si quieres decirme algo, dilo, Hugh.

Se sobresalto de gran manera, giró su vista para ver el perfil de su amiga. La encontraba como la mujer más bella que había visto. Era por eso por lo que siempre estaba al lado de ella, porque en el College de Estados Unidos, muchos chicos andaban de tras de ella, pero nunca nadie se atrevió a acercarse. ¿El motivo? Porque Haruka nunca mostró señales de darle algún partido a algún muchacho. A nadie.

Entonces... ¿Qué diferencia podría haber con él?

- Pues... Sabes Haruka. Te conozco hace muchos años ya. Trabajamos juntos, salimos a misiones, hacíamos tonteras por ahí cada vez que teníamos tiempo libre. Realmente lo paso muy bien contigo-