Natsu
Me encontraba en un sitio que en verdad me tenía anonadado.
"¡¿Pero que mierda es esto?!" – pensé a mis adentros al encontrarme en un lugar que mi instinto me decía que debía huir.
Al girar mi vista a mi derecha veía a Ryu también en mí mismo estado, pero peor; su mirada se encontraba viajando a todas direcciones en búsqueda de lo que creo, era la salida. ¿El problema? Es que no lo hay.
El lugar era como el día, pero la noche al mismo tiempo. Nos encontrábamos en el punto medio, era luminoso pero oscuro. En simples palabras, era como estar en el crepúsculo.
Había un cielo estrellado, pero había un Sol que nos quemaba la piel por el calor que emanaba, pero también se veía la Luna que su luz nos congelaba hasta los huesos. Era una sensación tremenda, desesperante porque no sabías lo que realmente tu cuerpo sentía. Querías gritar porque te quemabas, pero también por el frío horrible que hacía.
- ¡AAAAAAAAAH! – deje de prestar atención a lo que sentía porque el grito desgarrador que pego Ryu me sacó de ahí.
- ¡Cálmate Ryu! – lo agarre de los hombros, pero este tenía la mirada perdida. - ¡No dejes que su Dominio te gane!
- ¡ME QUEMO! ¡TENGO FRIÓ! - miré sus manos y pude ver que estos estaban morados y con quemaduras que no estaba al cien porciento seguro si era por el calor o el frío.
- ¡QUE TE CALMES! – le golpeé la cara y este reaccionó. Pude ver que por fin sus ojos se fijaban en mi persona.
- ¿N-Natsu- sama?
- Por fin regresas al ser el mismo Ryu. – dije aliviado.
- ¿Por qué usted no se ve afectado? – me preguntó curioso mi compañero.
- Si me afecta, solamente estoy esforzándome a no perder el control. Nunca había visto a mi "hermana" hacer un Expansión Territorial. – comenté levantando mi vista en búsqueda de ella. – Pero supongo que no fue un acto creado por ella, si no de Taiyo to Tsuki.
- ¿Y-y que vamos hac-? – no finalizó su oración porque cuando me giré donde Ryu vi que este estaba ardiendo en llamas y cuando intenté alcanzarlo este fue cortado en miles de pedazos.
- ¡RYYYYUUUUUU!
- Ups. Parece que te quedaste solo.
Seguí con la mirada la dirección en donde provenía esa voz tan gruesa e indiferente. En la distancia, donde la luz se inundaba, pero al mismo tiempo una oscuridad nacía, pude observar que estaba de pie la Maldición. Aunque físicamente era igual a Haruka, su aura daba a entender de que no era ella, es más, se veía más madura y alta de lo que en realidad era. Parece que una vez dentro de su Territorio, su aparecía cambiaba más de lo que ya lo hacía.
- ¿V-vas a m-matarme? – estaba temblando y no pude evitar tartamudear.
- ¿A caso no deberíamos? – dijo serio la voz que era más parecida a de un hombre. – Tú y tu familia nos han utilizado y maltratado como si fuéramos cualquier cosa.
- Ustedes no saben cual es su lugar. – habló estaba vez una voz mas femenina, pero no era la de Haruka.
- ¿C-creen que matándome ganaran algo? – comenté marcando el ceño por la impotencia que sentía en ese momento. - ¡Ustedes fueron los que mataron a mi familia! ¡ELLA MATÓ A MI FAMILIA!
- ¡SILENCIO! – todo el lugar se torno oscuro. El cielo se volvió como la noche más negra que había visto. Un viento congelado invadió todo el lugar haciendo que el suelo se llenara de escarcha y hielo. – Ustedes los Gushiken fueron unos descarados, unos desgraciados, unos sinvergüenzas en utilizarnos para sus beneficios. No me vengas con tus palabras vacías porque, aunque hayan pasados siglos, siguen siendo los mismos canallas.
- Nosotros vimos a través de los ojos de nuestros recipientes de cómo, mediante torturas o rituales, manipulaban a nuestros "amos". – dijo la voz femenina.
- La tortura solamente pasó cuando nuestro recipiente fue mujer. – pude notar que se estaba acercando lentamente donde me encontraba, haciendo que apreciará la gran diferencia de poder y el cambió físico que tenía. – Ustedes los hombres del Clan Gushiken son unas escorias, por eso los matamos a todos. Pero tuvimos la mala suerte de que, aunque nosotros hallásemos querido nacer nuevamente dentro de una mujer, tuvieron que pasar siglos para que recién naciera nuestra ama.
- ¿Tú no me digas que...?
- Sí. – pude oír como este se reía de una forma que me dio un escalofrío en toda mi columna vertebral. – Nosotros estuvimos dentro de ti.
- Pero cuando nació nuestra ama, sin que te dieras cuenta nos transferimos a su cuerpo.
Yo, yo era el heredero de la Maldición Taiyo to Tsuki. Pero... pero ella me lo quitó. Me quitó lo que en realidad me pertenecía y ahora me lo estaba refregando en mi cara.
"¡ESE PODER ES MIO! ¡ESA MALDICIÓN DEBERÍA OBEDECERME A MI!"
Agarré a Satasuton fuertemente y me posicioné en modo de ataque. Ya no me importaba lo que mi cuerpo sentía, quería acaba con esa maldición, aunque ya no me permitiera tener su poder.
- ¿Crees que con esa katana nos mataras? – dijo burlesco la maldición.
- Claro que lo hará. – comenté completamente decidido y determinado en matarlos, aunque me cueste la vida. – Esta katana es su punto débil.
- Jajajaja ven a averiguarlo Gushiken Natsu. – me sonrió de oreja a oreja.
Sin pesarlo dos veces me lancé donde "Haruka", pero pude notar que mis movimientos eran más lentos de lo normal. No quise mirar mis piernas porque sabía que, por aquel frío abismal, me las tenía en un estado que mejor era no saber.
De un movimiento frontal intenté cortar a la maldición, pero esta la esquivó como si nada, seguí intentando darle más cortes tanto diagonal, horizontales como verticales, pero una y otra vez este las esquivaba. Si con Satasuton no podía atinarle, con mis puños y piernas pretendí golpearlo, pero era inútil. Era imposible alcanzarlo y me estaba quedando sin energía maldita y fuerza.
- Estando en mi Territorio no podrás alcanzarnos, aunque tengas esa katana contigo. En cambio, yo...
De un movimiento sentí que algo me había ocurrido en mi zona izquierda. Bajé mi vista donde mi mano y vi que no la tenía.
- ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!
- ¡JAJAJAJA! ¡Esto no es nada con lo que le haz hecho a ella! – levanté mi cabeza como pude porque el dolor y la perdida de sangre me estaban afectando tanto que estaba a punto de perder la conciencia. - ¡Oh vamos! No me digas que estas a punto de desmayarte por eso.
- Ella la descuartizaron prácticamente. ¿Y TÚ te vienes a desmayar porque te cortamos la mano? Patético. – comentó la voz femenina.
- "Ábrete".
Pude sentir unas presencias a las afueras, las cuales se sintieron más fuerte porque extrañamente se hizo un agujero en el Dominio, lo que causó un gran asombro tanto para la maldición como para mí.
- Parece que tendré que usarlo también. – escuché una voz masculina que tenía un tono juguetón – Expansión de Dominio: Vacío Infinito.
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SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII después de horas y HORAS de intentos de saber que diantres le paso a mi notebook, LO ARREGLÉ!!!! Así que aquí les traigo el capitulo que les prometí ayer. Y tendré que escribir como loca porque estoy que me acerco en donde lo dejé jajajajaja XD
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Jujutsu Kaisen - Taiyo to Tsuki
FanficGushiken Haruka, heredera de la maldición Taiyo to Tsuki 太陽と月 (Sol y Luna). Encerrada en su hogar por desobedecer a su padre, esta es castigada y torturada por no haber quedado bien ante la Academia Jujutsu de Tokio. Ante un acto de rebeldía ella no...