Capitulo 4

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Había transcurrido un mes desde el accidente en la mansión del Clan Gushiken. La morena se encontraba internada en la enfermería de la academia Jujutsu por orden del director. En verdad nunca creyeron que entraría en un estado de coma por tanto tiempo, es más, esto le ocasionó grandes problemas al peliblanco porque sus dos compañeros le echaban la culpa de que se había excedido con usar su poder contra una niña.

Durante todo ese tiempo, Satoru fue a ver el estado de la chiquilla por ordenes de Yaga. Al principio lo hacía de mala manera, pero después de los días se le había hecho costumbre tener cerca a la niña, aunque estuviera durmiendo.

- ¿Crees que despierte pronto? – preguntó Satoru a su compañera de clases.

- No lo sé, aun estoy aprendiendo a curar heridas causadas por energía maldita. Y sobre todo de esta magnitud. – lo miro de reojo viendo como este se respingaba.

- ¿Aun me culpas por esto? Si no mal recuerdo ella fue la que destruyo a su clan y nos atacó a nosotros.

- Sí, pero pudiste haberte controlado un poco y tal vez ella no se encontraría en este estado de coma. – suspiro cansada porque sabía que con su compañero era difícil ganar una discusión. – Bueno, en cierta manera siento lastima por ella. Tenía una familia que en verdad la odiaba. Aun no puedo creer que su padre y hermano la trataban así. ¿Y sabes que más me enteré?

- ¿Qué cosa? – preguntó Satoru.

- Mira.

La castaña levantó un poco el delantal que tapaba a la morena mostrando el estomago de la muchacha. Al principio el peliblanco giro la vista por respeto y vergüenza hasta que vio lo que su compañera quería que viera. Cicatrices, estaba llena de cicatrices en todo su abdomen. Luego miro sus brazos y piernas y era lo mismo.

- Entonces era verdad de que la torturaban. – afirmó el del clan Gojo.

- Sí, y como puedes ver algunos son de cortes y otros de quemadura. Se cizañaron con ella con creces.

- Tsh.

- ¿A dónde vas?

- Voy a tomar aire.

- ¿Estas seguro que estas bien?

- déjame en paz Shoko.

Se escuchó como cerraba la puerta el albino molesto. Él que no quería involucrarse mucho con la muchacha, por temas de que él no le importaba los demás a excepción de sus amigos, le estaba afectando inconscientemente.

Caminaba por los pasillos de la academia hasta llegar al patio principal donde vio una banca y se sentó. Estaba malhumorado y tenía ganas de comer pastel.

- Creí que estarías en la enfermería viendo a la niña. ¿Haruka? Creo que se llamaba así. – comentó Geto que miraba con diversión a su amigo.

- No estoy ni ahí como se llama la mocosa.

- ¿Estas seguro? En todo este mes te has visto distraído e incluso más malhumorado. No estabas bromeando como siempre.

- ¡¿De quien crees que es la culpa?! ¡Ustedes no han dejado de molestarme de que por mi culpa esa mocosa esta así!

- ¿Y no es así?

- ¡Claro que no! ¡Es debido a su maldición joder!

Se levantó furioso Satoru y empezó a caminar a pasos rápido, haciendo que su amigo fuera detrás de él mientras este se "disculpaba".

Jujutsu Kaisen - Taiyo to TsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora