Jujutsu Kaisen - Taiyo to Tsuki

Capitulo 39

Natsu

Sentí que mis sentidos volvían a paso lento, pero a los pocos segundos en que mi audición volvió supe que tenía a alguien caminando a mi alrededor. Luego de un rato supe que tenía los ojos vendados, lo que se me dificultaba saber quién era la persona que estaba junto conmigo.

Me dolía el cuerpo por estar tanto tiempo en una sola posición, y todo por culpa de ese maldito Gojo Satoru y de la bastarda de mi hermana.

Quería quejarme, pero preferí hacer que aún estuviese durmiendo o ¿alguien me dejó inconsciente? No recuerdo que fue lo que paso, pero quien sea que este aquí, me sacó de esa prisión.

- ¿Por cuánto tiempo te harás el dormido?

Esa voz la identifiqué de inmediato. A la persona que menos quería encontrarme estaba a solo unos metros de mí. Tragué fuertemente y hice que mis sentidos funcionaran al cien porciento por si es que este sujeto me hacía algo.

Pude escuchar como se reía, como odiaba escuchar su risa burlona. Aunque a simple vista se ve alguien serio, en realidad es alguien que le gusta hacer bromas de vez en cuando y eso me hizo descolocarme en varias ocasiones.

- Parece que no quieres hablar. ¿Verdad? Bueno, te diré entonces el motivo del por qué te saqué de esa prisión. – su voz se escuchaba literalmente en mi oído derecho. Incluso podía sentir su respiración chocando con mi oreja. – Voy a experimentar algo contigo. ¿Qué te parece?

¿Experimentar? ¿Qué cosa va a hacer conmigo? ¿Tiene algo que ver con su técnica maldita de consumir maldiciones? A caso... ¿Acaso me hará comer alguna maldición?

Empecé a temblar por el simple hecho de saber que podría hacerme comer esas cosas. Escuché sus pasos alejarse y al percatarme de eso intenté liberarme, pero se me hacía imposible. Tenía mi brazo izquierdo atado y lo que me quedaba de mi brazo derecho lo tenía amarrado junto a mi torso; mis piernas estaban unidas por lo que sentí, era una soga y unas cadenas.

- ¿Podrías dejar de moverte? Podrías arruinar el experimento. – rio.

Me detuve al sentir una mano en mi cabello el cual tiró con fuerza hacía atrás, se me escapó un quejido y entonces pude sentir que algo entraba a mi boca. Al instante intenté escupirlo, pero me forzó con sus dedos a tragarlo sin poder hacer nada y cuando un golpe me llegó al estómago, lo tragué.

- Buen chico.

Mi cuerpo empezó a arder como nunca y el dolor se me hizo insoportable. Grite como loco porque sentía que me estaba derritiendo por dentro. Mis huesos empezaron a sonar por todo mi cuerpo y estaba seguro de que él podía oírlos de igual manera.

Mis sentidos estaban fallando, mi existencia estaba desapareciendo.

"Parece que voy a morir. Lo siento padre, no podré vengar tu muerte por parte de esa bastarda. No podré limpiar el nombre de nuestro Clan por culpa de ella." – pensaba mientras de apoco los sonidos se alejaban.

- ¿A dónde crees que vas? – sentí como un golpe se me propinaba en mi mejilla haciendo que cobrara la conciencia.

Una luz me segó por completo hasta que finalmente mis ojos se acostumbraron a ella y pude visualizar mejor a la persona que tenía al frente.

Lo miré con odio, pero cuando noté que este me miraba con burla y fascinación supe que había logrado su objetivo.

Bajé mi rostro hacía mi torso y pude notar que mi cuerpo había cambiado. Mi piel se había vuelto de un color cobre, tenía una marca extraña en mis abdominales y lo más curioso era que mi brazo derecho había vuelto. Mis dedos eran mas delgados con unas uñas notoriamente mas largas y de color negro.