Capítulo 44: Desastre.

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Hola!!!! Qué tal vuestras Navidades??? Espero que bien!!!

Como veís, aquí os traigo otro capítulo de Jamás pensé en ti: Mentira!!!

Este capítulo es un poco más corto que los anteriores, ya que he tardado menos en escribirlo, pero espero que os guste de la misma manera!!! Aviso, eso sí, en este capítulo ocurren cosas que son un poco Caos!!!! Nuestros protagonistas están en una situación dificil, sobretodo Ryan, así que espero que al menos os guste!!!

Un gran beso, y por cierto ya en el BLOG voy a colgar la ficha personal de Melodie por si alguien quiere entender el extraño comportamiento de esta chica, junto a las otras fichas!!!!

http://jamaspenseenti-mentira.blogspot.com.es/

Que los disfruteís!!!

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Tan guapa...Ella se veía tan perfecta para mí. Sabía que el destino había echo expresamente que ese día nos conocieramos. 

Estábamos destinados a estar juntos. Lo sentía. Más bien, lo sabía. 

La chica en la que no había dejado de pensar en aquellos tres largos años. Tenía tantas ganas de sentirla de nuevo junto a mí. Saber que volvía a ser mía. 

Había querido matar a ese estúpido, el que le había besado. ¿Cómo se atrevía? 

Yo, exclusivamente yo, era el único que podía probar la delicia de sus labios. Pero no tardaría en llegar, yo lo deseaba y ella también. 

No la perdería de vista, la cuidaría de esos chicos que se querían aprovechar de ella, sus supuestos "compañeros", "amigos". 

Esto era una guerra, y yo, lucharía por ella. Y haría lo que hiciera falta para ganar. Cualquier cosa. 

Mi pequeña. Mi niña.

Mi obsesión. 

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Clay.

Al fin nos habíamos alejado un poco del núcleo de la fiesta, aquel lugar sería perfecto para al fin  conversar en condiciones.

-Débora, en serio, tenemos que hablar...- le rogué otra vez mientras agarraba su mano haciendo que parara, y ella se girara hacía mí. 

Pude percibir un leve rumor en sus mejillas, y como sus ojos se desviaban hacía nuestro agarre. Opté por soltarla, no lo hice. 

-No tengo nada que hablar contigo, ya te lo he dicho. - Su voz firme como un témpano, me sorprendió otra vez en aquella noche. ¿Cómo lo hacía? Siempre que había hablado conmigo había tartamudeado, pero incluso ahora se podían percibir algo de sus incansables nervios por el monótono golpeteo de su zapatilla de cordones en el suelo.

-Deja ya el juego de no conocerme. Lo haces y precisamente, bastante bien. - me enojé. No podía creer que ella me ignorara así, más bien, no quería que ella se comportase así conmigo. Fue cuándo elevó una de sus cejas cuándo caí en la cuenta de lo que había dicho.  Lo que ella debió haber pensado aquel día en el pasillo. 

Aquel sentimiento que me frustraba tanto en aquel preciso instante, era lo que yo le había provocado días antes cuándo nos habían presentado, y supuestamente, nos habíamos visto por primera vez. 

Jamás pensé en ti: Mentira. EN PAUSA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora