Capítulo 23: ... A tempestad.

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Hola¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Aquí otro capítulo más de Jamás pensé en ti: Mentira¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Ya voy por el capítulo 23 y debo agradecer a esas personas que me han animado y que lo han leído asi que... ¡Gracias!

Recién salidito.... Cap 23: ...A tempestad.

Espero que os guste...¡¡¡¡

Como dice el titulo, los problemas se amontonan y aparecen otros no previstos... ¿Qué pasara?

En este capítulo Aria vuelve después de su temporada de ausencia al instituto... ¿Cómo la recibirán?

¿Ryan sospechara algo del extraño comportamiento de sus amigos?

¿Mason o Dave se atreverán a contar algo a su amigo sobre Clay?

¿Qué hará Clay?

Aquí os lo dejo... Que os guste y si es así, no os olvides de comentar o votar¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ XD

De calma...A tempestad.

 

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Ryan.

Estaba en el coche con Aria, a mi lado, como copiloto.

Los dos en silencio, con la radio puesta, mientras ella movía la pierna y tamborileaba con los dedos al son del compás.

No me había atrevido a decirla que no me gustaba la música, que prefería el silencio.

Seguramente sea un imbécil.

Ella llevaba todo el viaje mirando por la ventana, parecía pensativa. Y yo, como todo idiota la prestaba más atención a ella que a la carretera.

Hoy, iba con sus típicas ropas. Una sudadera azul y un pantalón de chándal negro que no dejaba ver nada. Así me gustaba más, sin que nadie viera ese cuerpazo que se escondía detrás de todas esas ropas anchas.

Mucho mejor.

De alguna extraña manera me sentía algo posesivo con ella.

Pero ahora eso me daba igual.

Ella hizo ademán de bajarse en el mismo sitio, en dónde siempre la dejaba. Eché los cerrojos. No se lo permitiría, y después encima de que por culpa mía hubiera estado en coma durante una semana.

Ni hablar.

-¿Qué haces?- me preguntó ella intentando abrir la puerta del auto, para luego mirarme a mí, algo confusa.

De una de las cosas de las que me había dado cuenta en estos días, era esa. Desde que había salido del hospital parecía haberse quitado su máscara de frialdad con la mayoría, o al menos con los más cercanos. Conmigo.

Mostraba sentimientos, y eso lo adoraba. Cada vez que uno nuevo de ellos aparecía, era la persona más feliz del mundo, era como descubrir la solución de un rompecabezas.

Rompecabezas.

Así debía llamarla a ella. Todo el día estaba allí metida, en mi cabeza y por mucho que me la intentaba quitar no podía. Me era imposible.

Aria. Aria. Y más Aria.

Ocupaba todo mi rato, incluso por su culpa apenas podía concentrarme en los estudios. No sé que me había hecho, pero me tenía poseído. Y además si añadía ese deseo de besarla y abrazarla, que cada día podía contener menos.

Jamás pensé en ti: Mentira. EN PAUSA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora