Capítulo 59: Contrarreloj

23.4K 545 54
                                    

Hola chic@s!!! Aquí os dejo otro capítulo de Jamás pensé en ti: Mentira!!

Espero que os guste, y que haya mejorado!!

Un gran beso, y siento la tardanza!! Apartir de este viernes vuelvo a estar libre, y colgare mas pronto!!! Y me pondré al día con los comentarios y mensajes!!!!

Capítulo 59:Contrarreloj.

....................................................................

Débora.

Nunca había sentido tanta adrenalina como en aquel momento.

Nada comparado ha copiarse en un exámen, mentir piadosamente a tus padres o subirse en uno de esos carros de montaña rusa a toda velocidad.

Aquellas ráfagas de energía, la cabeza sin ningún tipo de pensamiento aparte de escapar, el sudor cayendo por mi barbilla, mis piernas, moviéndose por si solas tan rápido como nunca fueron, y mi corazón, bombeando sangre a un ritmo inimaginable.

Era, una experiencia completamente nueva.

De alguna manera, siempre me había considerado una persona tranquila, extremadamente calmada y tímida, y a la que jamás, repito, jamás se le hubiese pasado por la cabeza huir por la plaza central con más de un par de centenas de personas a su alrededor, y siendo perseguida por seis hombres.

Uno, el que podría haber sido mi salvación, cinco los que le convencieron de que no lo fuera.

Y ahora estaba ahí, esquivando persona a persona, ganándome más de una mirada irritada por mis leves empujones.

Sí, si aquel momento fuera normal, seguramente me hubiera sentido cohibida, posiblemente intimidada y totalmente avergonzada, por aquel comportamiento, que no era, ni mucho menos, típico en mí.

Pero cuándo, prácticamente, tienes que elegir entre la libertad o el sufrimiento, puedo asegurar que el haber conseguido una mirada de enfado de aquel señor con maleta negra y un cómico bombín como en años pasados, era lo que menos podía importarme.

-¡La veo!- escuché a mis espaldas la inconfudible voz gangosa de Louis, aquel pelirrojo chico de camisas holgadas y pantalones caídos, amigo de Lohan.

Y oírle, no me tranquilizó.

Respiré pesadamente, y me obligué a mi misma a no pararme allí, en ese preciso momento.

No era una chica demasiado deportiva, ni tenía una muy buena condición física, más bien aprobaba la asignatura de educación física por los exámenes teóricos que mi profesor, para mi alivio, decidía hacer cada fin de trismestre, y a comparación de Lohan y sus amigos, sencillamente yo era una mota de polvo.

Oí pisadas cercanas a las mías, un par de improperios de los traúnsentes, y supe que en aquel instante, estaban detrás mía.

Mis ojos viajaron alrededor de la plaza y entre el tumulto de gente, en busca de cualquier calle o carretera por dónde pudiera perderles de vista.

Observé con alivio, aquel callejón lleno de restaurantes y supe que aquel sería el mejor lugar, incluso entre las mareas de gente, podía llegar a colarme en uno de los locales sin que ellos me vieran.

Con esperanzas renovadas, y notando como mis gemelos y mis pulmones comenzaban a arder, me dirigí hacía allí.

Y esperé que mi giro brusco de dirección les confundiese y perdieran mi pista.

-¡Paso!- grité con voz ronca, y para mí sorpresa, firme, a las personas que se encontraban delantes mía. Algunas de ellas, por suerte, me escucharon y se echaron hacía un lado.

Jamás pensé en ti: Mentira. EN PAUSA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora