Capítulo 14: Semana igual a siete días.

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  • Dedicado a Mis amigos, por brindarme su amistad.
                                    

Aquí os dejo el capítulo 14: Semana igual a siete días.

XD Espero que os guste y bueno, van ocurrir un par de cosas, que harán cambiar el rumbo de la historia, y sobre todo sacar del anonimato a Aria, y su relación con Ryan...

En este, van a narrar integramente ellos dos, y sobre todo Ryan, que es el que casi más narra en todo lo que llevo escrito...

Por cierto, en este capítulo saldrá un personje nuevo, y que, también va a tener una historia... En este caso, es una chica¡¡¡

Después de todo esto, os lo dejo aquí para que lo leaís¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Divertios¡¡¡ 

Y como siemrpe digo... Espero que os guste¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ XD :)

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Ryan

El día pasó sin mayor dificultad, clases, deberes, más deberes, planes para aquella semana y ya.

También le había contado a Mason lo de Aria y yo solos, y después de reirse a carcajada limpia me dijo textualmente:

" ¿Desde cuándo te da miedo quedarte solo con una chica? "

Y me puse como un tomate, pero dejando atrás ese momento vergonzoso, reconozco que él tenía razón.

No sé que me estaba pasando. ¿Yo? ¿Asustado?

¿Desde cuándo?

Y ahora, estaba sentado en la silla de mi escritorio, mirando al buscador de google, sin saber que...buscar.

Los deberes estaban al lado. Más o menos echos. Me dolía la cabeza, y por más que lo había intentado la filosofía no era para mí. 

Yo era de pensar las cosas claras, nada de preguntarme a mi mismo. No. No. 

Y no negaba que fuera una asignatura interesante pero al igual que la Historia era mi punto fuerte, la Filosofía, junto a las Matemáticas, aunque no tuvieran punto en comparación, eran las peores. Y por desgracia, en las que más me tenía que esforzar.

Esperé el típico grito de mi padre que indicaba que la cena estaba lista y que solo faltaba poner la mesa. Pero no llegó. 

Quién llegó, fue Dafne. 

Dos golpes en mi puerta, y supe que era ella, mi padre ni se habría molestado en llamar. 

-Pasa.- le dije yo, mientras la puerta se abría y la cabeza rubia de Dafne entraba por primera vez en mi habitación. 

Me sonrió como siempre hacía. 

Esta mujer parecía la persona más calmada del mundo, desprendía tranquilidad con solo verla. Y eso era algo muy satisfactorio. 

Miró con curiosidad mi habitación entrando completamente. 

-Esperaba otra cosa.-se sincerizó conmigo. Y la entendía. La habitación que tenía no concordaba con la imagen que daba de mí, con mi chaqueta de cuero negra y chico mujeriego.  Más bien, era todo lo contrario. Un par de estanterías con los premios y cinturones de kárate. Una estantería llena de libros, y fotos sobre ciudades que me parecían bonitas. No era nada del otro mundo. 

¿Qué se pensaba que iba a ver? ¿Pinchos? ¿Con todo negro y posters de chicas? ¿En serio?

-Me los suelen decir.- la contesté con una sonrisa. La relación que tenía con Aria era simplemente nula, pero con Dafne me intentaba llevar mejor, al fin y al cabo era la mujer que mi padre amaba, y supongo que si le gustaba a mi padre, con lo parecido que éramos me gustaría a mi también. Y así era. 

Jamás pensé en ti: Mentira. EN PAUSA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora