Concédeme esta pieza, una vez más

29. Positivo

Las manos del rubio temblaban, re leía la información, una y otra y otra vez. Sentía su boca reseca, y la sensación de tener su estomago totalmente vacío. Trago la poca saliva con fuerza, eso era una noticia sumamente importante. 

-Ay Dios mío!-escucho a la rubia frente a él. La chica tenia sus dedos enredados sobre su cabello. Frank aún no le había dicho nada, pero esa reacción, lo decía todo.

-Debemos decirles-comunico el hombre. 

-Sí, así es...¿Por qué fueron tan inconscientes?-se preguntaba a si misma. 

Frankenstein suspiro, estaba de acuerdo pero. 

-Tengo que admitir que es inusual, la Señora Ana siempre fue muy precavida...supongo que lo olvido por toda la tensión que ha tenido-aunque por otro lado estaba muy asombrado, porque al parecer el Amo era de palabra, un hijo significaba mucho en un matrimonio. 

-¿Cuanto tiempo tiene?

-¿Eh? - miro los papeles -, casi tres semanas. 

Margot lo pensaba, en ese momento los dos estaban débiles, aunque Raizel mucho más que Ana. Estaba segura de que era necesario que fuera puesto nuevamente el sello de separación, para que Ana no tuviera que cargar con el dolor de Raizel. Ya era suficiente tener que compartir su vitalidad con esa criatura, ya no podría soportar tener que ayudar a restablecer la vitalidad del Noblesse. 

La mirada azulada del hombre se poso sobre la chica, llevaba una playera blanca de manga larga y un pantalón afelpado del mismo color, su rostro mostraba alguna que otra abolladura, y su cabello, estaba algo alborotado. Ellos en ningún momento habían tenido protección alguna, sabía que la chica no estaba embarazada, agrego ese estudio para evitar cualquier sorpresa extra.  Pero en el futuro, existía esa posibilidad. 

-Deberías comenzar a tomar pastillas anticonceptivas-agrego él. 

La rubia lo miro desconcertada, su rostro se torno carmesí y aferro sus manos a la orilla de su playera. 

-Que forma tan delicada de decirlo-se quejo la chica-, pero tienes razón, o podemos dejar de hacerlo, de esa forma no hay-

No pudo terminar la oración, el hombre ya la tenía aprisionada contra su cuerpo, mirando de forma sería a Margot. La chica desvió la mirada. 

-Haré una cita con el ginecólogo para que me de algo-continuo diciendo. 

-No podrás librarte tan fácil de mí. 

-No sabía que eras tan posesivo. 

-Sólo cuido lo que me pertenece, y tu, querida...eres mía. Insinúas algo como eso otra vez, y créeme que me aseguraré de que quedes embarazada. 

Margot no pudo evitar soltar una carcajada. 

-Pensaba que eso lo usaban las mujeres para atrapar a un hombre, no que fuera al revés-recargo su mentón en el pecho del hombre.

-Puede sonar ridículo, pero créeme que soy capaz. 

-Aja, y dime ¿Desde cuando tienes ese valor de decidir por mi?

El hombre tembló, no era su intención hacerle pensar que él tenía control sobre ella en todos los aspectos. 

-Ya estoy comenzando a decir tonterías-dijo Frank. 

-Puede ser, pero ahora, no estamos en las facultades necesarias para concebir. ¿Estamos de acuerdo en eso?

-Sí. 

-Vale, aunque me sorprendiste.-dijo con sinceridad-..vaya que te debo de gustar mucho para pensar tales barbaridades...al parecer no he perdido el toque.