Concédeme esta pieza, una vez más

23. Inesperado

-¿Entonces An tuvo una emergencia con su familia?-pregunto Sui desanimada-, yo quería tener una noche de chicas.

Seira la miro confundida, y entonces Yuna se dio cuenta que tal vez la albina no sabía de qué estaba hablando su amiga.

-Es una reunión de solo mujeres-le comenzó a explicar-, se hace en casa de algunas de nosotras y nos la pasamos haciendo varias cosas.

Seira estaba atenta a la explicación, parecía divertido.

-Regresará pronto-la voz de Raizel se hizo escuchar-, An no puede estar mucho tiempo lejos.

Sui y Yuna se emocionaron, sabían de la relación de esos dos, y ver a Rai de esa manera por una chica, era simplemente una vista magnifica.

-Seguro que si-comento Sui-, ustedes ya se arreglaron ¿verdad?

-Sí-afirmo el pelinegro.

-Awwww que adorable-exclamo Sui-, yo quiero tener una relación así-dijo de forma soñadora.

-No lo creo-hablo Seira, pero cayo en cuenta que lo había dicho en voz muy alta. Rai la miro con seriedad, ella solo atino a desviar la mirada a otro lado.

-¿Eh?¿Por qué?-Sui hizo un puchero y miro al pelinegro-¿Eres malo con An?

El mencionado se enfoco en el plato de ramen.

-No he sido la mejor pareja-contesto-, pero eso no quiere decir que no la ame.

Los presentes en la mesa se pusieron rojos por completo, la palabra amar en su edad, era algo muy extremo.

-No crees que estas siendo un poco drástico Rai-dijo el pelirrojo con una risa nerviosa-, somos muy jóvenes para eso.

Si bueno, el problema es que él no era ningún mocoso de 17 años, aunque lo pareciera... de hecho, ya estaba casado con ella, pero ahora que lo recordaba, en uno de los informes de Frankenstein, para que una pareja de esa edad esté junta, es porque la chica resulto embarazada.

-Quiero casarme con ella-soltó, causando que los chicos sintieran que su alma saliera de su cuerpo.

-Eres algo serio Rai-dijo el mas bajo acomodando sus lentes-...lo dices con mucha seguridad.

-Es verdad, An será la madre de mis hijos.

A este punto Regis y Seira no estaban en condiciones de seguir escuchando tales declaraciones...era demasiado vergonzoso. Pero la risota del pelirrojo hizo que la tensión desvaneciera, él chico aplaudió con emoción.

-¡Así se habla Rai!

El pelinegro asintió con un leve sonrojo.

***

La rubia se mantenía ocupaba en el laboratorio, revisando algunos papeles de los últimos resultados de los chicos. Su teléfono comenzó a sonar, lo tenía sobre la mesa así que podía verlo desde donde estaba, era una llamada de Frank. Tomo el aparato y contesto.

-Hola Frank, dime.

-Mar, por favor podrías traerme los documentos que están encima de mi escritorio, los olvide-dijo con fastidio.

Mientras que Margot rio y dijo.

-Tu el gran Frankenstein olvidando cosas, hoy va a llover.

-Ja, no sabía que creyeras en esas cosas.

-No lo hago, pero es divertido recordarlas...llego en diez minutos.

-Gracias, de verdad.

La chica colgó, levanto las hojas y las guardo para después ir por las que había olvidado el rubio.