Concédeme esta pieza, una vez más

15. Retomando

 Hace 2820 años

-¿Papá qué sucede?-preguntaba una pequeña azabache.

Un hombre alto y fornido de cabellera negra y ojos azules al igual que su hija, mantenía a la pequeña detrás de él, mirando con temor al rubio que tenía al frente.

-¿Qué quiere el Rey de los Arcángeles aquí?-pregunto con cautela.

Los ojos amarillos del hombre miraban con superioridad, bajo su mirada a la pequeña, esta se encogió en su lugar y oculto su cabeza detrás de las piernas de su padre. No entendia nada ¿Por qué Gabriel estaba amenazando a su padre?

-¿Por qué seres de luz están en este lugar?-la voz grave del Rey retumbo en toda la estancia-, eso es una gran humillación.

-Si la humillación es el pago para mantener a salvo a mi familia, entonces no me importa pagarlo-contesto con firmeza Loki Di Kiev.

-Repugnante.

El chico levantaba su mano con delicadeza dejando su dedo índice apuntando a Loki, una luz comenzó a brotar de la punta de su dedo.

Loki se sentía acorralado, nunca podría enfrentarse a él, pero si podía defender a su hija de algún modo. Debía encontrar la manera.

-Gabriel-la voz del Lord se escucho a la espalda del mencionado-, no estas en tierras santas, no puedes hacerlo.

Gabriel lo miro sobre su hombro, su cara no cambio en lo mas mínimo, simplemente desapareció el ataque que iba a lanzar.

-Esto no es asunto del Lord.

-La familia Di Kiev esta bajo mis ordenes, es claro que es mi asunto-dijo con una sonrisa.

-Lo dices con mucha confianza-otra voz apareció a espaldas de los Di Kiev.

Ana al verlo tembló, podía lucir igual al que tenían al frente, pero él, daba mucho miedo. Loki se giró, tomo a su hija y la pego más a él, estaba temblando, un Rey era una cosa, pero dos, estaban perdidos.

-¿Cuál es su pecado, Miguel?-pregunto el Lord.

-Traición-contesto el segundo Rey.

-¡No es verdad!-le grito Ana, su padre intento callarla-, ¿Cómo traicionaríamos a seres que nunca vieron por nosotros?

-An, por favor-pedía su padre-, no digas nada.

-¡Pero es verdad, sé la historia! ¡Los ángeles nos dejaron a nuestra suerte! ¡Nunca los traicionamos!

Miguel sonrió de una forma macabra, y Ana a pesar de estar muerta de miedo, le sostuvo la mirada.

-Interesante, una mocosa piensa corregirme.

Dio unos pasos al frente, dirigió su mano hacia la pequeña, estaba a punto de tomarla, pero Gabriel le detuvo, Miguel lo miro sorprendido. Gabriel se agacho hasta quedar al frente de la niña, sus ojos eran de un azul mas intenso que el resto de los Di Kiev, y tenía coraje que hasta el admiraba.

-An.

-Me mentiste-le dijo Ana con voz entrecortada-¡Tu no eres mi amigo!

-¿Lo conoces?-le pregunto sorprendido Loki a su hija.

-Lo conozco desde hace unos años.

Gabriel se levantó, dio un paso atrás y se dirigió al mayor.