9 Ataque

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Ambos rubios estaban en el despacho, ambos mirando los resultados de su recién invitado. Frankenstein suspiro exasperado, había estado viviendo muy bien al principio, cuando nadie más había aparecido. 

-¿Estas cansado?

El chico se tomo el puente de la nariz. 

-Es estresante, eso es todo.

-Ya lo creo, hay muchos dependiendo de ti. 

-No lo creo- se quito las gafas-, pienso más bien que dependemos de los amos. 

-Sí, es verdad-contesto con una sonrisa.

El hombre miro a su acompañante, había tenido una ligera sospecha pero nunca la confirmo.

-¿Sabias que el amo estaba en esa escuela?

Margot dejo las hojas sobre el escritorio, con su mano derecho acomodo un mecho de cabello detrás de su oreja. 

-No, fue lo ultimo que pensé...solo me deje guiar por los comentarios de que era una muy buena escuela. Pero me alegra-Frankenstein se sorprendió-, la señora ya necesitaba liberarse de sus demonios. Tu, nunca le preguntaste al amo ¿Verdad?

-No, no me incumbe. 

-Hmpf, puede ser...

-¿Cómo conociste a la señora?

La chica dejo caer su cabeza hacia atrás, mirando el techo. 

-Fue a finales del siglo XV, estaba siendo acusada de brujería-dijo con diversión-, estuve a punto de ser quemada en la hoguera. Pero ella llego, tan elegante e imponente. Se convirtió en mi salvadora. 

-¿Y lo eras?-pregunto con curiosidad.

-¿Qué? ¿Una bruja? - regreso su cabeza, para verle de frente-, por supuesto que sí...pero ya estaba cansada, a mi parecer tenía mucho poder, y lo único que me había llevado era a la desgracia. Pero cuando me salvo, me demostró lo insignificante que era...no sé por qué le agrade, pero así fue, desde entonces me he convertido en su dama de compañía. 

-Y te concedió la inmortalidad.

-Sí, básicamente. 

-Pero no eres un mutante común. 

-Ella no es un noble común-contesto con obviedad. Se quedaron en silencio un momento-¿Crees que los chicos estén bien?

-Tao y Takio me parecen capaces. 

-Ya lo creo, son buenas personas...y aunque Tao puso cámaras escondidas-dijo con notoria molestia-, los amos no se opusieron. 

-No han hablado ¿verdad?

-No, espero que lo hagan pronto...la cena es incomoda. 

-Ya, es verdad-contesto en un suspiro.

***

Ana estaba parada en el borde de un edificio, mirando a distancia a los chicos, habían sido descubiertos, y no parecía sencilla salir librados. Suspiro pesadamente. Una explosión y el derrumbe de una parte de otro edificio confirmo que debía ir.

-Vamos allá-dijo en forma aburrida.

 No llego por completo, también era necesario saber qué querían...pero estaban rompiendo una regla muy importante. Luchar en plena ciudad, era una muy grande, que solo podía pagarse de una manera, con muerte.

El sujeto de traje rojo estaba atacando a Takio, y la verdad el chico la estaba pasando mal. 

Ana llego al lugar, ambos sujetos la miraron interesados.

Concédeme esta pieza, una vez másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora