Concédeme esta pieza, una vez más

42. Acuerdo de Dioses

Los tacones chocando contra el piso era fuerte y claro. La divinidad sentada en el trono enorme con detalles de diamantes permanecía inerte, con una postura orgullosa, o eso era lo que quería aparentar. 

-No pensé que te vería nuevamente-su voz gruesa hizo eco en la habitación.  

-Eso lo sé a la perfección, hermano-la chica se detuvo en el medio de la sala-. ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Cinco mil años?...creo que menos, pero si puedo asegurar que unos cuantos miles de años. 

-No llevo la cuenta de eso-levanto los hombros restándole importancia. 

-Si, no tendrías que llevarla. 

-Vamos a ser claros ¿Quieres matarme?

Margot sonrió de forma ladina, sabía lo que sola presencia resultaba en su idiota hermano mayor. 

-No puedo matar a un ser divino, eso llevaría a la extinción de este mundo. 

-¿Te importa lo que pase en este mundo?-cuestiono con una ceja levantada. 

-Sabes que sí...por Ana, por Raizel...los demás chicos. 

-Por Frankenstein-soltó Dios.  

La mirada de la chica se oscurecieron. 

-Que bueno que lo tengas en cuenta. 

-Ahora mismo ese grupito de amigos esta luchando contra los hombres lobo, y algunos humanos. 

-No me preocupan los hombre lobo, tampoco los humanos...ellos pueden con eso. La cuestión aquí eres tu-lo señaló-...¿Qué piensas hacer, dime?

-No le mentí a Ana, si es lo que te preocupa...aunque ahora, puede que cambie un poco ¿verdad?, después de todo, no será posible sellar poderes que claramente son superiores al de una simple hada. 

-Tu calma me dice que no quieres una guerra. 

-No hables de guerra hermana, si hay una, la esperanza de vida de cualquier ser que no seamos nosotros, esta condenada a desaparecer. 

-Inteligente de tu parte. 

-Soy lógico, y vivo bastante bien. No tengo razón alguna para desechar todo esto por una discusión con mi hermana menor. Y tu, no creo que quieras perder lo que has encontrado en este mundo, esta época...además, mis humanos me rezan día a día para que tenga piedad de ellos, y yo los escucho...hago lo que esta en mis manos. 

-Para muchos no es así. 

-Se supone que su creación más allá de sus alabanzas, es para que seres con conciencia puedan existir entre ellos, y que sepan de sus errores. Aunque créeme que ha pasado tanto tiempo que a veces me pregunto cuando comprenderán y podrán coexistir.  

-Haz madurado. 

-Nosotros no maduramos, Margot....simplemente es lo que es. Ahora, querida ¿Qué piensas hacer? porque una cosa es lo que yo te diga, y otra, en la que tomes acción. 

-No me entrometeré en las acciones de los humanos, ni de los vampiros, ni los hombre lobo...o al menos no del todo. La Señora Ana se quedara aquí, al menos hasta el nacimiento de su hijo. Para ese entonces, esperaría que el problema en la Tierra se haya resuelto. 

-¿Qué hay de Gabriel? ese chico es tu alma gemela. 

-Será liberado de ese lazo, porque no siento nada por él, y lo que siente él por mi es sólo de un fantasma de su vida pasada. Así que, él seguirá siendo el Rey de los Ángeles... su sentir por Ana, bueno creo que el ya mismo se ha dado cuenta de que no es real.