Había pasado gran parte de la mañana llorando.
Tu mensaje enfurecido me hirió.
Dormí poco pensando en qué me equivoqué.
Desperté temprano
y te escribí la disculpa que estabas esperando.¿Quién hizo más daño?
¿A quién le costó más superarlo?
Conozco mis respuestas,
pero las tuyas permanecen secretas.El fin de semana fue un segundo demasiado rápido.
Pude quedarme en casa y seguir llorando.
Pero, ¿qué crees?
No soy tan débil para cumplir tu deseo.Me he pintado los labios
e hice mi flequillo a un lado.
He dejado que el mundo vea mis ojos rojizos e hinchados.
He cambiado el pantalón por una falda;
tenía calor, pero me ha gustado la combinación.No conseguirías que permaneciera aislada.
Te vi mirarme y te atreviste a juzgarme.
Sé consciente que no ostentas poder sobre mí.
Entiende que ya no te creeré cuando hables
y, sobre todo, comprende que no puedes reclamarme.Después de todo, tú no eres mi dueño.
Ninguno de los dos es tan ingenuo.
Tú y yo no somos un par de muñecos.
Cada quien puede hacer lo que desee.Después de todo, sólo daño nos hemos causado,
así que debemos terminarlo.
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Cenizas y destellos
Poesia«Algunas personas están hechas de destellos. Otras, de cenizas y, después él y yo, que fuimos fuego». Algunas personas son alegres, capaces de compartir ese brillo con quienes los rodean. Otros, son melancolía pura. Dañan la vista, les piden qu...