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Esta noche Lore llevaba un vestido negro entallado de cuello de cisne hasta el muslo y unas medias de rejilla del mismo color. Las botas rojas y la cazadora de cuero de imitación del mismo color. Jamás la había visto mal vestida y creo que el día que lo hiciera estaría verdaderamente enferma.

Traía una carpeta gris en la mano y el perfecto cabello rubio liso se balanceaba sobre sus hombros al acercarse al jardín.

—¿Te ha gustado el jardín? —Me preguntó tras darme un beso en la mejilla a modo de saludo.

—Es precioso. —Afirmé.

Ella solo asintió. Esta noche parecía algo preocupada.

—¿Qué pasa?

—Por eso te he pedido que vinieras. —Se sentó en el banquito al lado mío y abrió la carpeta. —Muchos vampiros tienen comercios en la ciudad que, normalmente, tienen mucho éxito. Suelen estar tan bien vigilados como la catedral y es casi imposible entrar y robar. Pero esta mañana ha habido un intento de robo en una de las bibliotecas antiguas de la ciudad. —Me pasó el informe forense. —Hemos encontrado restos mágicos en la cerradura de una de las cámaras de acceso limitado. Parece que estaban buscando algo pero el bibliotecario ha hecho el inventario y parece que está todo.

—Entonces, ¿cuál es el problema?

En el informe especificaba claramente la presencia de residuos mágicos de elementos aire y tierra. Aire... Quizá había una posibilidad de que él estuviera allí. Se me aceleró el corazón ante la posibilidad. Quizá...

Volví a mirar a Lorena con más atención.

—El problema es que Chan habló ayer con mi hermano y le contó algo del problema que tenéis. —La miré más intensamente. —Antes de irse, dejaron toda la sala prácticamente destrozada. Los psicólogos forenses dijeron que parecía un ataque de furia. Hay restos mágicos por toda la sala, en el techo, en cada esquina. —Fruncí el ceño.

Un ataque de furia de por sí no decía nada, necesitaba más información. Pero sin duda esto era una chapuza comparado con el trabajo casi perfecto de la catedral.

—Después de que Chan hablara con mi hermano, hemos redirigido la búsqueda y aplicado ciertos filtros más, por lo que me pareció que esto era importante. —Dijo cerrando la carpeta. —Les he dicho que no limpiaran la escena aún. ¿Quiéres ir?

Tardé unos momentos en responder, no quería parecer desesperado.

—Me has dicho que era algo relacionado con los robos. ¿Qué tiene esto que ver?

Se encogió de hombros.

—¿Quizá una cosa tiene que ver con la otra? —Tanteó graciosamente.

No pude evitar resoplar.

—Eres incorregible...

—Pero te gusto. —Dijo empujándome con el hombro.

Sonreí negando con la cabeza.

—¿Puedo ir ahora a la biblioteca?

—Su Majestad y Celeste están ahora de camino, deberían estar llegando. —Informó Jisung desde la barandilla en la que seguía apoyado.

Me giré con una pregunta rondándome la cabeza.

—¿Por qué no llamas a Celeste, "Princesa"? También es hermana del Rey, ¿no?

Lorena a mi lado resopló una carcajada. Jisung levantó una ceja divertido. Aún mantenía los brazos cruzados en el pecho y, medio oculto en las sombras le daba un aspecto peligroso.

Et Sanguis Magicae ||ChangLix|| [1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora