Epílogo

1.7K 217 152
                                    

Habían pasado dos días. Dos de esos días que pasan tan rápido que crees que son un sueño. Eran días de celebración en el aquelarre. Incluso los brujos y brujas más solitarios se habían acercado para ver al nuevo rey de aire del aquelarre Stray Kids. El accidente de esa mañana había corrido como la espuma entre la comunidad bruja, así como la supuesta relación que teníamos el monarca de los vampiros y yo. Por ahora y mientras no se estabilizara la situación entre los vampiros con las nuevas reformas políticas, era mejor no añadir más leña al fuego, pero era inevitable que la información no se filtrara y se hablara de ello en las calles.

A pesar de todo, estos dos últimos días eran tranquilos dentro de su ajetreo, la vida volvía a ser la misma que antes, los chicos que habían salido del aquelarre, habían vuelto. De entre los mayores, algunos habían despertado, otros continuaban en el sueño reparador, pero no por ello esto necesariamente significaba que fuera malo o patológico. Muchos de ellos aún estaban recuperando peso y tenían terrores nocturnos, así que Chan y Seungmin lo consideraban que estaba dentro de la normalidad.

Pero esa noche, la tercera noche después de que capturáramos a Woojin, los tres Generales y su monarca estaban en la mazmorra del aquelarre, esa que hospedaba a nuestro cliente más vip. Chan y yo estábamos uno al lado del otro y yo me había situado en ese lugar porque nunca había visto a mi hermano tan enfadado.

El hechizo que mantenía a Woojin tan comunicativo no era especialmente agradable. Él no se atrevía a no decir otra cosa que no fuera la verdad, no sabiendo que Chan podría aplastarle las entrañas desde dentro con un solo pensamiento. Pero mi hermano podía ser muy sádico si quería.

Se había pasado dos días enseñando al brujo del caos qué era lo que pasaba si no respondía con la verdad a sus preguntas o si simplemente no contestaba, así que cuando Changbin hizo sus preguntas, Woojin contestó la mar de contento.

—Me habían contado que en esa catedral guardaban objetos especiales, solo envié a algunos de mis chicos para tomarlo prestado sin permiso.

—Tomar prestado indica que la persona tenía intención de devolverlo —corrigió Chan.

—Sí, bueno... es una forma de decirlo.

—Tú no tenías intención de devolver nada —dije con asco.

—¿Por qué lo del niño? —Preguntó Changbin.

—¿Por qué, qué? —dijo a su vez Woojin con voz inocente.

—¿Por qué torturar a un niño vampiro de esa forma? ¿Acaso sabes lo que duele la sed de sangre?

El brujo atado a las cadenas reforzadas con hechizos, puso los ojos en blanco y expresión aburrida.

—Me da igual la edad que tenga, Changbin —dijo como si tuviera la confianza suficiente como para hablar así a un Rey.

—Cada vez que habla se deshumaniza aún más —comentó Hyunjin con los brazos cruzados en la zona más alejada de la celda.

Estaba de acuerdo con él. Todo lo que decía Woojin era un constante acúmulo de papeletas para acabar muerto sin dejar siquiera un solo remordimiento. El vampiro era el menos expresivo de todos y me daba la sensación de que no estaba especialmente cómodo allí. Los demás tampoco, pero él parecía querer correr de allí.

—¿Qué ganas con esto? ¿Quién te dijo dónde estaban los tesoros?

—¿A cuál contesto primero, carcelero? —Respondió irónico mirando a mi hermano con una sonrisa.

Pero Chan tenía una paciencia que no le cabía dentro.

—La primera, por favor.

Entonces soltó una carcajada tan fuerte que de verdad parecía que se estaba divirtiendo con esto.

Et Sanguis Magicae ||ChangLix|| [1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora